La tranquilidad de una tarde de verano se ha visto rota de forma abrupta por la aparición de una densa columna de humo que se eleva amenazante. Las llamas, visibles desde numerosos puntos, han desatado la alarma al prender en una zona de vegetación forestal peligrosamente cercana a las viviendas, movilizando de inmediato un contundente dispositivo de emergencias que lucha contra el reloj para evitar que el fuego se descontrole y afecte a una zona densamente poblada.
El aviso saltaba a las 17:19 horas de este lunes, 21 de julio. El fuego se originaba en el parque de Mas Ratés, un conocido pulmón verde del municipio de Viladecans, en la comarca del Baix Llobregat.
La proximidad de la masa forestal al núcleo urbano ha convertido este suceso en una emergencia de máxima prioridad, obligando a los Bombers de la Generalitat a actuar con una contundencia y rapidez extraordinarias para proteger la interfaz urbano-forestal, esa frágil frontera donde el bosque y el asfalto se encuentran.

Un despliegue masivo para contener el avance
La respuesta a la emergencia ha sido inmediata y masiva. En cuestión de minutos, se han desplegado en la zona un total de 22 dotaciones de los Bombers de la Generalitat, una cifra que evidencia la gravedad potencial del incendio. El contingente está formado por 16 dotaciones terrestres, encargadas de atacar las llamas desde el suelo, creando líneas de contención y asegurando el perímetro para proteger las áreas habitadas más próximas.
Desde el aire, el apoyo es crucial. Cuatro helicópteros bombarderos (MAER) trabajan sin descanso realizando descargas de agua sobre los puntos más activos del incendio, especialmente en la cabeza del mismo, que según las primeras informaciones avanza en dirección a la parte alta de la montaña, alejándose por el momento de la principal zona residencial.
A estas aeronaves se suman dos aviones de vigilancia y ataque (AVA), que actúan como centro de mando aéreo, coordinando la estrategia global y ofreciendo una visión privilegiada de la evolución del siniestro para optimizar los recursos sobre el terreno.
La preocupación se extiende por el Baix Llobregat
La espectacularidad del incendio, con una columna de humo visible desde varios kilómetros a la redonda, ha generado una notable preocupación entre los vecinos de Viladecans y de otros municipios cercanos del Baix Llobregat. Las redes sociales se han llenado rápidamente de imágenes y vídeos captados desde balcones y ventanas, que muestran la cercanía del fuego y el ir y venir de los medios aéreos.
Este suceso pone de manifiesto, una vez más, la vulnerabilidad de las zonas residenciales que colindan con masas forestales, especialmente durante los meses de verano, cuando el riesgo de incendio se multiplica debido a las altas temperaturas y la sequía acumulada.
El parque de Mas Ratés es un espacio frecuentado por los ciudadanos para el ocio y el deporte, un oasis natural que hoy se ha convertido en el escenario de una batalla contra el fuego.

El objetivo prioritario de los equipos de extinción es estabilizar el perímetro del incendio antes de que caiga la noche, momento en que los medios aéreos deben retirarse por seguridad. La labor de las dotaciones terrestres será entonces fundamental para evitar que las llamas rebroten y se extiendan durante la madrugada.
La rápida y decidida intervención de los bomberos es, en estos momentos, el único dique de contención para proteger un entorno de alto valor ecológico y, sobre todo, para garantizar la seguridad de miles de ciudadanos que observan, con el corazón en un puño, el trabajo de los héroes que luchan contra las llamas a las puertas de sus casas.