El tren es uno de los transportes públicos más problemáticos en Catalunya, pues constantemente están sumergidos en episodios de toda índole que afectan a la normalidad en la circulación. En la mayor parte de las ocasiones, la culpa pertenece a los propios servicios y a los fallos que se cometen en los vehículos o en las infraestructuras. Sin embargo, en otros caso, como este, son las propias personas las que provocan situaciones trágicas.
Los Mossos d'Esquadra investigan la muerte de un hombre atropellado por un tren en Sant Miquel de Fluvià (Alt Empordà). Los hechos ocurrieron sobre las siete de la tarde del miércoles, cuando un tren que iba de Figueres hasta Sants habría atropellado un hombre que estaba estirado a las vías. El accidente está siendo investigado, pues hay varios motivos de la muerte sobre la mesa. No se descarta que sea un accidente, a pesar de que cada vez coge más peso la hipótesis de un suicidio.
Según fuentes policiales, el tren no estaba previsto que se parara en esta estación y el maquinista cuando ha pasado se ha encontrado el hombre estirado. Algunos testigos habrían visto la víctima muy alterada unos minutos antes de su muerte.
El tren como escenario de suicidio
Los suicidios en las vías del tren son una tragedia que golpea tanto a las familias de las víctimas como a los maquinistas y al personal ferroviario involucrado. En Barcelona y el resto de Catalunya, los datos muestran una tendencia preocupante: este territorio concentra más de la mitad de los suicidios en vías de tren de toda España. En el Estado suelen reportarse más de un centenar de casos anuales.
Desde 2015, las estadísticas de arrollamientos en las vías de tren en Barcelona muestran un comportamiento estable, aunque en los últimos años se ha observado una ligera disminución. En 2020, se registraron 31 arrollamientos en la provincia de Barcelona, de los cuales siete personas sobrevivieron. En 2019, la cifra fue de 27, mientras que en 2018 y 2017 se reportaron 34 y 41 arrollamientos, respectivamente. Estos datos reflejan una media de suicidios y arrollamientos cercana a los 50 casos anuales en el área metropolitana.
Además, la ausencia de cifras oficiales sobre suicidios en el metro de Barcelona ha sido un tema controvertido. Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) no facilita esa información, argumentando que no es “justificado ni conveniente” relacionar el suicidio con el transporte público. No obstante, los maquinistas del metro, al igual que los de los trenes de cercanías, también reciben formación y apoyo psicológico para enfrentar el trauma que estos episodios pueden ocasionar.