Una tarde aparentemente tranquila en el polígono Quatre Camins de Sant Vicenç dels Horts se ha visto alterada por un incidente que ha movilizado a servicios de emergencia y ha provocado inquietud entre los vecinos. Poco antes de las cinco de la tarde de este jueves, se ha producido una deflagración de baja intensidad en un taller mecánico, según han informado los Bombers de la Generalitat.
Aunque inicialmente se activaron hasta ocho dotaciones de bomberos como medida preventiva, finalmente intervinieron solo tres, al comprobar que al llegar al lugar ya no había llama activa. La actuación se centró en ventilar el local afectado y revisar los puntos calientes para garantizar la seguridad total y evitar cualquier riesgo de reactivación.
Intervención rápida de los servicios de emergencia
El suceso ha tenido lugar en una nave industrial dedicada a reparaciones mecánicas, donde habitualmente se manipulan líquidos inflamables y herramientas de corte. Las primeras hipótesis apuntan a que una acumulación de gases en una zona mal ventilada podría haber sido el origen de la deflagración, aunque la investigación sigue abierta.

Afectados leves y asistencia en el lugar
El SEM ha movilizado dos ambulancias para ofrecer atención in situ. Algunas de las personas afectadas han presentado síntomas leves como mareos, irritación respiratoria y crisis de ansiedad a causa del susto y del fuerte olor que aún persistía en el ambiente.

Afortunadamente, nadie ha tenido que ser trasladado al hospital, pero los equipos médicos han recomendado a los trabajadores no retomar la actividad hasta que se realice una inspección completa de las instalaciones por parte de los técnicos correspondientes.
Alarma contenida entre los vecinos
Aunque la explosión fue leve, algunos vecinos y trabajadores de empresas colindantes relataron haber escuchado un fuerte estruendo seguido de una breve columna de humo. La rápida llegada de los bomberos y la coordinación con el SEM ayudaron a transmitir tranquilidad y evitar males mayores.
El incidente ha dejado claro que los protocolos de seguridad industrial deben revisarse con más frecuencia. Una trabajadora de una oficina cercana explicó: “Fue un momento de confusión. Escuchamos una especie de estallido sordo y un olor extraño. Salimos a mirar y ya estaban llegando los bomberos”.
Lo más importante, al final: una anomalía ignorada
Según ha podido saber este medio tras hablar con trabajadores del taller, hacía días que se percibía un olor persistente a productos químicos en una de las zonas de reparación, cerca del almacén de líquidos de limpieza y lubricantes. Aunque se comentó de manera informal, no se registró ningún parte de incidencia ni se realizó una inspección técnica.
Este descuido podría haber sido determinante para que se acumulase una cantidad peligrosa de vapores, causando finalmente la deflagración. La dirección del taller ha confirmado que, tras el incidente, se revisarán todos los protocolos internos de seguridad y mantenimiento, y se pondrá en marcha una auditoría interna para detectar posibles fallos estructurales u operativos.
Afortunadamente, no ha habido que lamentar víctimas graves, pero el susto servirá de aviso: ignorar pequeños síntomas de fallo en un entorno de riesgo puede acabar en un accidente. La prevención, una vez más, se revela como el mejor seguro.