La jornada escolar transcurría con normalidad esta mañana cuando, de forma inesperada, la rutina se ha visto alterada por un suceso que ha obligado a modificar todos los planes del día y a activar los protocolos de emergencia. Lo que en principio parecía una mañana más en un centro educativo ha acabado convirtiéndose en una demostración real de cómo funcionan los mecanismos de seguridad y la respuesta coordinada de los servicios públicos ante situaciones de riesgo.
Una evacuación repentina ante la amenaza de una fuga de gas
Durante la mañana de este jueves, la preocupación se ha adueñado del personal docente y de los responsables de seguridad tras detectarse una anomalía en la red de suministro de gas natural en el interior del colegio Francesco Tonucci de Lleida. La alerta ha sido recibida exactamente a las 10:47 horas, momento en que un operario especializado ha comunicado la posible presencia de una fuga en las inmediaciones del centro educativo, desencadenando la intervención inmediata de las autoridades.
La prioridad ha sido garantizar la seguridad de los menores y del personal, por lo que la dirección del centro, en coordinación con los docentes y siguiendo las instrucciones de los equipos de emergencia, ha iniciado el desalojo ordenado del colegio. Tanto los alumnos como los trabajadores han sido trasladados de manera preventiva a un lateral del edificio, lejos de cualquier posible foco de peligro, mientras los equipos de Bomberos, Guàrdia Urbana y Mossos d’Esquadra trabajaban en la verificación de la situación.

El operativo de emergencia: actuación y coordinación ejemplares
Los Bomberos de la Generalitat, alertados por el aviso inicial, se han desplazado rápidamente hasta el centro y han realizado mediciones del aire tanto en el interior del edificio como en el patio del colegio. Según informaron fuentes oficiales, durante estas primeras inspecciones se han detectado concentraciones de gas no solo dentro del recinto, sino también en el área exterior, donde han localizado una bolsa de gas asociada a una conducción subterránea que atraviesa el patio.
Estas detecciones han motivado la decisión de evacuar por completo a todos los presentes, reforzando el perímetro de seguridad y evitando cualquier exposición innecesaria al gas. La situación ha sido supervisada en todo momento por los equipos técnicos de la compañía de suministro, que han colaborado activamente con los servicios de emergencia para aislar la zona y proceder a nuevas mediciones.
El proceso se ha extendido hasta poco después de las 11 de la mañana. A las 11:21 horas, tras sucesivas comprobaciones y una vez que los Bomberos han podido certificar la ausencia total de emisiones peligrosas, se ha permitido el acceso progresivo al edificio, declarando la zona completamente segura para retomar la actividad.