La noche caía sobre las montañas de Queralbs y apenas se intuía algún punto de luz a lo lejos. Aunque el viento había ido aumentando su intensidad a lo largo del día, pocos esperaban que alcanzara valores tan extremos. Según informes posteriores, las rachas llegaron a rozar los 140 kilómetros por hora, lo que redujo la visibilidad y complicó el acceso a la zona. Para quienes conocen bien la alta montaña, la combinación de viento fuerte y nieve supone un riesgo elevado, tanto para el senderismo como para cualquier actividad que se realice al aire libre.
Y, precisamente, esta meteorología adversa fue la que desencadenó una operación de rescate que hoy se ha dado a conocer gracias a unas impactantes imágenes compartidas por los Bombers de la Generalitat. La alerta llegó a las 20:19 h de ayer, a través de una llamada al 112. El aviso informaba de que dos personas se encontraban en una situación complicada entre el Coll de la Marrana y Tirapits, incapaces de avanzar o retroceder por el temporal que azotaba la montaña.
El lugar exacto donde se hallaban hacía presagiar una noche tensa, con temperaturas bajas y nieve que cubría los pasos, dificultando cualquier movimiento. De inmediato, se activaron los efectivos del Grupo de Actuaciones Especiales (GRAE) de Olot, especializados en rescates de montaña en condiciones extremas.
Mientras tanto, en las redes sociales, la cuenta oficial de los Bombers catalanes anunciaba el inicio de la operación. La primera publicación mostraba un breve vídeo de apenas trece segundos, en el que se veía a los equipos de rescate luchando contra el viento y la nevada. En esas imágenes, difuminadas por la ventisca, resultaba palpable el esfuerzo físico necesario para mantenerse en pie. La nieve, empujada por rachas huracanadas, impactaba de lleno en los rescatadores, quienes debían tantear cada paso para no resbalar.
Noche en el refugio
Según relataron los Bombers en sucesivos tuits, tres miembros del GRAE lograron localizar a las dos personas hacia las 01:30 h. Sorprendentemente, se encontraban sanas y estables, aunque visiblemente afectadas por el cansancio y las condiciones meteorológicas extremas. Dada la imposibilidad de descender inmediatamente hasta un lugar seguro, los efectivos decidieron pasar la noche en la cabaña de Tirapits, un refugio de emergencia donde guarecerse del vendaval que soplaba en cotas altas. Gracias a este improvisado cobijo, pudieron reponer fuerzas y esperar a que el temporal diese un respiro.
Ya a primera hora del día siguiente, y con la situación algo más controlada, el GRAE acompañó a las dos personas a pie hasta la estación de Vallter, en cuyo aparcamiento les esperaba una máquina quitanieves. Este vehículo resultó crucial para facilitar el tramo final del descenso, pues el viento continuaba siendo fuerte y el paso de la ventisca aún presentaba complicaciones importantes. El tuit posterior de los Bombers incluyó fotografías que mostraban la última fase de la operación: en ellas se observaba a los rescatados, debidamente equipados, siguiendo las indicaciones de los especialistas de montaña.
Tras completarse el rescate sin mayores incidentes, el agradecimiento hacia la labor de los efectivos no se hizo esperar. Consciente del peligro que había supuesto la expedición, el propio cuerpo de Bomberos lanzó un nuevo mensaje alertando de la necesidad de extremar precauciones en días sucesivos. Se prevé que las condiciones sigan complicadas en las zonas montañosas y en el litoral catalán, donde el viento de componente oeste amenaza con persistir. Ante este escenario, animan a todos los aficionados al montañismo y al excursionismo invernal a seguir las recomendaciones oficiales y valorar muy bien las previsiones meteorológicas antes de salir.