La madrugada del domingo se vio interrumpida por un llamativo incendio de vegetación en las proximidades de la riera de Riudecanyes. Según la información proporcionada por los Bombers de la Generalitat a través de sus redes sociales, el aviso se recibió alrededor de las 07:31 h, cuando las llamas se propagaban con rapidez por la zona. El despliegue inicial contó con siete dotaciones especializadas en incendios forestales (GRAF) y, gracias a su intervención, se logró controlar el foco y evitar que se extendiera a áreas circundantes.
El viento y la orografía del terreno complicaron las tareas en un primer momento. Los bomberos detallan que el incendio presentaba un “cap” activo, es decir, un frente principal que avanzaba con virulencia hacia un área de cañaveral en la parte trasera del foco. Para frenar su progresión, los equipos decidieron utilizar la técnica de fuego técnico, consistente en generar un contrafuego controlado en la zona de la cola, con el fin de eliminar la vegetación más densa y privar al incendio de combustible adicional. Esta maniobra permitió “anclar” el avance de las llamas y cercar el perímetro.
Cerca de las 11:00 h, los bomberos daban por extinguido el incendio, según han confirmado ellos mismos en su perfil oficial. Asimismo, precisaban que la superficie quemada asciende a unos 4.200 m², de acuerdo con la estimación de Agents Rurals. Esta cifra es relevante, ya que pone de manifiesto la efectividad de los esfuerzos realizados para que el fuego no se extendiera más allá de la franja inicial.
Origen desconocido
En las imágenes publicadas se aprecia cómo las llamas iluminaban la noche cercana a la riera, generando llamaradas que podían verse desde puntos relativamente lejanos. El fuego se alimentaba de matorral y cañaverales, dos tipos de vegetación que, dada su facilidad para arder, pueden dar lugar a incendios rápidos y de difícil contención si se combinan con viento. Ante estos factores, la presencia de dotaciones GRAF —altamente especializadas en el combate de incendios forestales— resultó determinante para cortar la progresión del incendio y proteger los cultivos o viviendas próximas a la zona.
Afortunadamente, los Bombers de la Generalitat no han reportado víctimas ni daños materiales significativos aparte de la superficie arrasada por las llamas. Por su parte, la unidad de investigación de la zona recabará información adicional para determinar si la causa del incendio responde a motivos naturales, como una chispa generada por vientos o descargas eléctricas, o si existió alguna negligencia o comportamiento imprudente que haya desencadenado el suceso.
A medida que se complete la evaluación de la zona, se procederá a verificar las condiciones del terreno quemado y se monitorizará para evitar posibles rebrotes. La colaboración ciudadana también resulta clave en estas situaciones: alertar rápidamente a los servicios de emergencia ante la mínima columna de humo o llamaradas puede marcar la diferencia entre un incendio controlado en pocas horas y un suceso con consecuencias más graves. De momento, el incendio de la riera de Riudecanyes se salda con una actuación exitosa de los bomberos, quienes han evitado que las llamas alcanzaran dimensiones mayores.