La madrugada del sábado en Bescanó quedará marcada por un incendio de grandes dimensiones que afectó la antigua estación de tren de Bonmatí. Este edificio histórico, que llevaba años sin estar en funcionamiento, fue completamente consumido por las llamas. Afortunadamente, no se registraron heridos, aunque el suceso provocó una gran movilización de los Bombers de la Generalitat y dejó imágenes impactantes.
El suceso pone de manifiesto el riesgo que supone el abandono de infraestructuras, especialmente las que forman parte del patrimonio local. La estación de Bonmatí, en su momento un punto clave para la conexión ferroviaria local, llevaba tiempo deteriorándose y, tras este incendio, prácticamente ha desaparecido.
La intervención de los Bombers
El aviso llegó a las 04:23 horas, momento en el que los Bombers de la Generalitat fueron informados del fuego que había comenzado en la estación. Al llegar al lugar, comprobaron que no había personas en el interior del edificio. Esto permitió centrar las labores de extinción en una estrategia defensiva desde el exterior, minimizando los riesgos para los equipos de emergencia.
Debido al mal estado de la estructura, las llamas se propagaron rápidamente por todo el edificio, lo que aumentó el riesgo de colapso. Ante esta situación, los Bombers utilizaron la autoescala para intervenir de manera segura desde el exterior, evitando posibles accidentes. Las labores de extinción se prolongaron durante varias horas, y al amanecer, solo quedaban restos carbonizados del edificio.
La intervención fue un éxito en términos de seguridad, ya que no se extendieron las llamas a áreas colindantes ni hubo heridos. Sin embargo, el incendio significó el fin de lo que quedaba de esta estación, que ya se encontraba en un estado de abandono avanzado.
Una pérdida para el patrimonio local
La estación de Bonmatí formó parte del paisaje ferroviario catalán durante décadas, siendo un punto de referencia para los habitantes de Bescanó y sus alrededores. Sin embargo, como muchas otras infraestructuras ferroviarias, quedó en desuso con el tiempo, lo que llevó a su progresivo deterioro.
Este incendio no solo supone la desaparición física de la estación, sino también una pérdida simbólica para la historia de la región. Las infraestructuras abandonadas, además de ser un riesgo por su estado, representan un patrimonio que merece ser conservado. Su deterioro pone en evidencia la falta de medidas para preservar estos edificios históricos que, en muchos casos, son testigos del desarrollo industrial y social de Catalunya.
La prevención, clave para evitar incendios
Los incendios en infraestructuras abandonadas como esta son un recordatorio de la importancia de la prevención. Aunque en este caso no hubo víctimas ni daños colaterales graves, situaciones similares pueden resultar mucho más peligrosas.
Las autoridades y los propietarios de este tipo de infraestructuras deben trabajar conjuntamente para garantizar su mantenimiento o, al menos, su aseguramiento frente a posibles riesgos. Esto no solo ayuda a prevenir incendios, sino que también permite preservar el patrimonio cultural y arquitectónico que representan.
Además, este suceso refuerza la importancia de la rápida actuación de los equipos de emergencia. Los Bombers de la Generalitat demostraron una vez más su capacidad para gestionar incidentes complejos, limitando los daños y protegiendo la seguridad de todos.