Barberà del Vallès vivió el pasado viernes un episodio de gran preocupación en un bloque de viviendas de siete plantas. Los residentes se enfrentaron al impacto de un desalojo preventivo después de que los Bombers de la Generalitat identificaran problemas estructurales graves que comprometían la estabilidad del edificio. Este suceso ha generado inquietud no solo entre los vecinos afectados, sino también en la comunidad local.
El incidente ha puesto de manifiesto los riesgos latentes que pueden surgir en edificaciones aparentemente seguras y la importancia de actuar con celeridad ante cualquier señal de alarma. Las autoridades, junto con los servicios de emergencias, se coordinaron para gestionar la evacuación y garantizar la seguridad de 18 vecinos que tuvieron que ser desalojados.
Problemas estructurales y actuación inmediata
El aviso llegó a los Bombers el viernes a las 18:13 horas, alertando sobre posibles daños en el edificio. El bloque afectado, compuesto por planta baja y seis pisos con cuatro viviendas en cada planta, presentaba serias deficiencias en las vigas de hormigón pretensado del forjado. Estas estructuras estaban deterioradas por carbonatación, un fenómeno químico que reduce la resistencia del hormigón con el tiempo, comprometiendo su capacidad de carga.
La situación era especialmente preocupante en una habitación de uno de los pisos superiores, donde los daños eran visibles. Ante el riesgo de un posible colapso, los Bombers movilizaron seis dotaciones, incluyendo el Grupo de Revisión de Estructuras Colapsadas (GREC), así como un furgón especializado en este tipo de emergencias. Al lugar también se desplazó el arquitecto municipal para coordinar las valoraciones técnicas.
Evacuación preventiva y medidas adoptadas
Tras realizar inspecciones detalladas en el falso techo y el estado de las vigas, los equipos de emergencia decidieron evacuar el edificio de forma preventiva. La evacuación afectó a 18 personas, que fueron asistidas para salir de sus viviendas de manera ordenada y segura. Además, se permitió a los vecinos regresar brevemente a sus hogares para recoger objetos esenciales antes de abandonar el inmueble.
La evacuación vertical fue necesaria debido al riesgo latente en el forjado, pero se realizó con todas las medidas de seguridad. Mientras tanto, las autoridades locales y los Bombers trabajaron para asegurar la zona y minimizar cualquier riesgo para los transeúntes y residentes.
¿Qué sucede con los vecinos?
Por ahora, los residentes deberán esperar a los informes técnicos definitivos que determinen si el edificio puede ser rehabilitado o si se necesitarán reparaciones de mayor envergadura. Los expertos en estructuras subrayan que el problema de la carbonatación es común en edificaciones antiguas, especialmente si no han recibido el mantenimiento adecuado.
El susto vivido en Barberà del Vallès sirve como recordatorio de la importancia de las inspecciones periódicas en edificios y del mantenimiento preventivo para garantizar la seguridad de sus habitantes. Afortunadamente, la rápida actuación de los Bombers y la colaboración de los vecinos han permitido gestionar la situación sin heridos ni mayores daños.