La autopista AP-7 a la altura de Subirats se convirtió la tarde de este lunes en el escenario de un suceso que sorprendió tanto a los conductores que circulaban por la zona como a los servicios de emergencia. Desde lejos, una gran columna de humo se levantaba en sentido Tarragona, generando la curiosidad de quienes pasaban y el nerviosismo de quienes se aproximaban al lugar de los hechos. Las primeras imágenes captadas por las cámaras de la red de carreteras mostraban un autocar detenido en el arcén, rodeado de denso humo negro que se desplazaba rápidamente hacia los carriles contiguos.
Los primeros momentos resultaron confusos, ya que no había constancia inmediata de la magnitud del incendio ni de las posibles consecuencias para los ocupantes. El Servei Català de Trànsit (SCT) no tardó en emitir las primeras alertas: dos carriles quedaban cortados en sentido sur para facilitar el paso de los bomberos y los equipos de auxilio. Con una vía tan concurrida como la AP-7, esto derivó en retenciones inmediatas que, de acuerdo con los datos preliminares, llegaron a alcanzar los 2 kilómetros en apenas unos minutos.
Con el paso del tiempo, la situación se fue clarificando. Nuevas imágenes mostraban el autocar totalmente envuelto en llamas, mientras efectivos de Bomberos de la Generalitat luchaban para contener el fuego y evitar que se extendiera a la vegetación cercana o a otros vehículos que se encontraban en la zona de servicio. Se confirmó la movilización de hasta seis dotaciones, lo que revela la envergadura de la intervención.
Los pasajeros, evacuados
Los pasajeros, todos sanos y salvos, habían sido trasladados a la zona de servicio próxima al lugar del siniestro. Las labores de evacuación se realizaron con rapidez y, gracias a la coordinación entre el personal del autocar y los servicios de emergencia, nadie resultó herido.
Entretanto, el fuego seguía su curso, alimentado por el combustible y los materiales inflamables del autobús, que acabó carbonizado casi por completo. Los Bomberos confirmaron en un mensaje que “el fuego afecta totalmente el vehículo”, describiendo la escena que mostraba una carrocería consumida y envuelta en humo. Aun así, la actuación eficiente de las dotaciones evitó que el incendio se propagara, algo especialmente importante en una carretera rodeada de vegetación y con un tráfico denso.
Sobre las 15:13 h, el Servei Català de Trànsit anunciaba que uno de los carriles en sentido Tarragona se había reabierto, aunque alertaba de que la circulación seguía siendo lenta y se acumulaba alrededor de dos kilómetros de retenciones. Al cabo de un rato, se actualizó la información: seguían los trabajos de retirada del autocar incendiado y se mantenía un carril cerrado, con un tramo de hasta 10 kilómetros de atascos a partir de Martorell. El regreso a la normalidad, por tanto, se preveía complejo, ya que no solo era necesario sofocar completamente las llamas, sino también retirar los restos del vehículo y limpiar la calzada para que no quedara ningún material que comprometiera la seguridad vial.
Ya durante el transcurso de la tarde, los equipos de Bomberos terminaron de enfriar la zona y se inició el proceso de remolque del autocar, completamente calcinado. Afortunadamente, en todo momento se mantuvo la calma entre los pasajeros, que, según las autoridades, fueron trasladados a la zona de servicio sin incidencias. La rapidez en la respuesta de los servicios de emergencia y la colaboración de los ocupantes del vehículo consiguieron que el balance no fuera mayor que el de los daños materiales.