Hay sucesos que, por su dramatismo y la concatenación de desgracias, consiguen estremecer a toda una comunidad. Lo que parecía un fin de semana corriente terminó tiñéndose de luto por culpa de dos incendios que, en apenas veinticuatro horas, han costado la vida a dos personas en una misma región, generando un impacto que trasciende las fronteras locales. Una sucesión de hechos que ha dejado no solo dolor, sino también muchas preguntas abiertas sobre la prevención y la seguridad en los hogares.
Un fin de semana marcado por la tragedia
Los hechos se desarrollaron entre el viernes y la madrugada del sábado, en Extremadura, y han sacudido tanto a la capital regional como a una de sus localidades más emblemáticas. En la tarde del viernes, una vivienda de Olivenza, en la provincia de Badajoz, se convertía en el escenario de un incendio devastador. Una niña de apenas cuatro años perdió la vida en el interior de su hogar, situado en la calle San Sebastián, tras declararse un fuego que sorprendió a toda la familia.
La situación fue especialmente dramática: varios menores, los padres y la abuela de la pequeña se encontraban en el domicilio en el momento del incendio, tal y como han explicado desde Hoy. Testigos relatan cómo el padre, en un intento desesperado por salvar a su hija, también resultó herido y tuvo que ser evacuado con quemaduras. Los bomberos de Olivenza y Jerez de los Caballeros actuaron con rapidez, logrando sofocar el incendio y asegurar la zona pasadas las diez de la noche. Sin embargo, a pesar de la intervención, solo fue posible rescatar el cuerpo sin vida de la menor, una tragedia que dejó al vecindario en estado de shock.
Una nueva víctima mortal, pocas horas después
Mientras la conmoción por lo sucedido en Olivenza aún era patente, la madrugada del sábado se registró otro incendio mortal, esta vez en la capital extremeña. En torno a las cinco de la madrugada, las llamas se apoderaron de un piso en la céntrica calle Cáceres, en Mérida. El fuego, localizado en la tercera planta de un bloque residencial, se saldó con la muerte de una mujer de 58 años, que se encontraba sola en la vivienda cuando se produjo el suceso.
A la zona acudieron rápidamente bomberos, Policía Nacional, Policía Local y servicios sanitarios, pero la intensidad del incendio impidió cualquier maniobra de rescate. Este nuevo episodio de tragedia se sumó al dolor que ya arrastraba la región desde el día anterior, acrecentando la consternación entre los vecinos y las autoridades.
Dolor y solidaridad en Extremadura
Las reacciones institucionales no tardaron en llegar. La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, expresó públicamente su pesar tanto por la muerte de la niña en Olivenza como por la de la mujer en Mérida, trasladando su apoyo a las familias y a los allegados de ambas víctimas. “Nos despertamos con la trágica noticia del fallecimiento de otra mujer en Mérida, a causa de un incendio en su hogar. Mi sentido pésame y apoyo a su familia y a sus seres queridos”, compartía en sus redes sociales.
Por su parte, el alcalde de Olivenza, Manuel González Andrade, manifestó el sentir colectivo de una localidad golpeada por la fatalidad. La familia de la pequeña, de origen ucraniano y refugiada de la guerra, había llegado a Extremadura en busca de una vida mejor, integrándose plenamente en la comunidad local. “Venir huyendo de una guerra para encontrarse aquí con una desgracia de semejante magnitud”, lamentaba el alcalde, subrayando el dolor y la solidaridad que han despertado estos acontecimientos.