La jornada de este sábado ha estado marcada por la sorpresa y el desconcierto para cientos de usuarios del transporte público que se han encontrado con una situación completamente inesperada. Una incidencia que, en cuestión de minutos, ha alterado la rutina de la tarde y ha obligado a reorganizar desplazamientos y planes.
El aviso, de carácter urgente, ha sido difundido por Rodalies, generando preocupación entre quienes dependen de la red ferroviaria para sus trayectos habituales.
Un incendio forestal interrumpe la circulación ferroviaria
Poco después de las dos de la tarde, saltaba la alarma: un incendio forestal de considerables dimensiones se declaraba en una zona de vegetación próxima a la infraestructura ferroviaria. Según fuentes oficiales, el fuego se localizaba a apenas doscientos metros de la AP-7, aunque en ningún momento la autopista se ha visto afectada directamente. Sin embargo, la proximidad de las llamas a las vías obligaba a tomar medidas inmediatas y drásticas.

El Servicio Catalán de Tránsito confirmaba la gravedad del incidente, que obligaba a interrumpir de inmediato la circulación de trenes en uno de los tramos más concurridos de la línea R4 de Rodalies. El corte afectaba concretamente el trayecto entre Martorell Central y Sant Sadurní d’Anoia, una zona neurálgica para el transporte ferroviario en el entorno del Baix Llobregat y el Alt Penedès.
La prioridad era, ante todo, garantizar la seguridad tanto de los viajeros como de los equipos de emergencias que acudían al lugar para luchar contra el fuego.
Medidas de emergencia y dispositivos de seguridad
La decisión de cortar la catenaria —el sistema que proporciona energía eléctrica a los trenes— fue inmediata y coordinada con los equipos de bomberos. Se trata de una medida imprescindible para evitar riesgos adicionales y permitir a los efectivos trabajar sin el peligro añadido de la corriente eléctrica activa en la infraestructura.
Poco después, y ante la magnitud de la situación, Rodalies habilitaba un transporte alternativo por carretera para garantizar, en la medida de lo posible, la movilidad de los viajeros afectados. Esta medida especial se ponía en marcha hacia las seis de la tarde, en coordinación con las autoridades locales y autonómicas.
El operativo desplegado por los Bombers de la Generalitat era considerable: diecisiete dotaciones terrestres y tres medios aéreos han trabajado intensamente para controlar la evolución del incendio. El dispositivo ha centrado sus esfuerzos en la cola y el flanco izquierdo del fuego, donde existía mayor riesgo de propagación.

Las condiciones meteorológicas y la densidad de la vegetación complicaban el trabajo, pero la respuesta de los equipos de emergencia ha sido rápida y coordinada.
Balance de daños y situación actual
A pesar de la espectacularidad del incendio y el impacto que ha causado en la movilidad ferroviaria, el balance provisional es positivo en cuanto a la ausencia de daños personales. No se ha registrado ninguna persona herida y, según las primeras informaciones, el fuego ha afectado una superficie de unas cuatro hectáreas de vegetación y alguna barraca situada en la zona próxima a las vías.
Las autoridades continúan trabajando en la evaluación de los daños materiales y en la coordinación de los medios necesarios para restablecer la normalidad cuanto antes.
El episodio, además, vuelve a poner de manifiesto la vulnerabilidad de las infraestructuras de transporte ante fenómenos naturales, especialmente durante la temporada de riesgo de incendios forestales. La colaboración entre los distintos servicios de emergencias y los responsables de Rodalies ha permitido evitar males mayores y mantener la seguridad como prioridad absoluta en todo momento.