Dos trenes de Rodalies en una estación

Desalojado un tren de Rodalies en plena ola de calor: 130 afectados

Según informa Protección Civil a través de Twitter, se trata de una avería

Un viaje que prometía ser rutinario en una calurosa tarde de domingo se convirtió en una odisea inesperada para más de un centenar de personas. El trayecto se vio bruscamente interrumpido, dejando a los pasajeros atrapados en medio de la vía y a merced de las altas temperaturas, una situación que puso a prueba tanto su paciencia como la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia.

Lo que comenzó como un simple retraso escaló rápidamente a una operación de evacuación que activó las alertas de protección civil y puso de manifiesto, una vez más, las vulnerabilidades del transporte ferroviario en plena canícula estival.

El incidente se ha convertido en un reflejo de las dificultades que miles de usuarios afrontan a diario, pero magnificado por unas condiciones climáticas extremas que transforman una simple avería en un problema de seguridad y bienestar para los afectados.

Un tren de cercanías en una estación con la letra
Rodalies | ACN

Una avería inesperada en la línea R15

Los hechos ocurrieron durante la tarde de este domingo, 10 de agosto, en un convoy que cubría un trayecto de la red de Rodalies. Según la información oficial, el tren sufrió una serie de "problemas técnicos" que lo obligaron a detenerse por completo, sin posibilidad de reanudar la marcha. En su interior viajaban 130 pasajeros, quienes vieron cómo el aire acondicionado dejaba de funcionar y el calor comenzaba a hacerse insoportable dentro de los vagones.

El suceso tuvo lugar en la provincia de Tarragona, en un tramo de la línea R15, que conecta Barcelona con Riba-roja d'Ebre. La detención forzosa del tren llevó a la necesidad de evacuar a todo el pasaje y trasladarlo a un lugar seguro mientras se buscaba una solución para que pudieran continuar con su viaje.

La activación del plan FERROCAT en un día sofocante

Ante la magnitud de la incidencia y el riesgo que suponían las altas temperaturas para los pasajeros, Protecció Civil de la Generalitat de Catalunya activó el plan de emergencias en transporte de viajeros por ferrocarril, conocido como FERROCAT, en su fase de prealerta. La comunicación se realizó a las 15:55 horas a través de sus canales oficiales, confirmando la situación y el número de afectados.

La activación de este protocolo es fundamental para coordinar la respuesta entre los diferentes actores implicados: Adif, como gestor de la infraestructura; Renfe, como operador del servicio; y los cuerpos de emergencias, como los Bomberos de la Generalitat y el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM), si fuera necesaria su intervención.

El objetivo principal era garantizar la seguridad de los 130 viajeros, procediendo a su desalojo ordenado y su traslado a la estación más cercana, la de Móra la Nova. Allí, se les proporcionó un espacio para esperar la llegada de un nuevo tren que les permitiera, finalmente, llegar a su destino.

Un nuevo episodio que evidencia la fragilidad de la red

Este incidente no es un hecho aislado. Se suma a la larga lista de quejas y problemas que los usuarios de Rodalies vienen denunciando desde hace años. Averías recurrentes, retrasos sistemáticos y una sensación de falta de inversión en el mantenimiento de la infraestructura son el pan de cada día para miles de catalanes que dependen de este servicio para su movilidad.

Rodalies de Catalunya
Montaje de Rodalies con un símbolo de alerta | ACN

Que una avería técnica en pleno mes de agosto obligue a desalojar a más de un centenar de personas bajo un sol abrasador no hace más que subrayar la fragilidad de la red. Este tipo de sucesos pone sobre la mesa el debate sobre la necesidad urgente de modernizar las líneas y el material rodante para ofrecer un servicio público fiable y de calidad, capaz de resistir no solo el paso del tiempo, sino también las cada vez más frecuentes condiciones meteorológicas extremas.

Para los 130 afectados, la jornada quedará como el recuerdo de un viaje infernal; para las administraciones, debería servir como una nueva llamada de atención sobre una asignatura pendiente que afecta directamente a la vida de los ciudadanos.