Manos esposadas levantadas frente a un coche de policía con luces azules encendidas.

El conductor borracho que la lio durante el apagón: Detenido

Por otra parte, el vehículo ha sido inmovilizado

En plena oscuridad, cuando todas las miradas estaban centradas en la incertidumbre generada por un apagón energético que afectaba gravemente la vida cotidiana de los vecinos, un incidente insólito llamó la atención de las autoridades policiales.

Lo que inicialmente parecía un pequeño contratiempo de circulación derivó rápidamente en un escándalo que terminó con la detención de un conductor que superaba ampliamente los límites de alcohol permitidos.

Una conducción temeraria en plena oscuridad

Los hechos se produjeron el pasado lunes alrededor de las nueve y media de la noche en la ciudad de Lleida, concretamente en la avenida del Alcalde Porqueres. En medio del caos provocado por la falta de alumbrado público y la desorientación general de los ciudadanos debido al apagón, la Guàrdia Urbana detectó un vehículo que circulaba erráticamente, poniendo en peligro al resto de conductores y peatones.

Un agente de los Mossos d'Esquadra y la ciudad de Lleida
Montaje con una imagen de un agente de los Mossos d'Esquadra en Lleida | Canva, XCatalunya

La patrulla policial, alarmada por las maniobras temerarias del automóvil, procedió rápidamente a interceptar al sospechoso para evitar posibles daños mayores. Al acercarse al vehículo, los agentes detectaron inmediatamente los síntomas evidentes de embriaguez del conductor, por lo que le exigieron realizar un test de alcoholemia en el lugar.

Un resultado alarmante en el control de alcoholemia

El resultado del test confirmó las sospechas iniciales: el conductor, un hombre de 65 años, presentaba una tasa de 1,17 mg/l en aire expirado, casi cinco veces por encima del límite legal establecido por la normativa de tráfico, que es de 0,25 mg/l. Tal nivel de alcohol en sangre explica claramente la peligrosa conducta del individuo, quien habría podido provocar una tragedia en condiciones normales, y aún más bajo las circunstancias excepcionales que se vivían en esos momentos en la ciudad.

La Guàrdia Urbana actuó con celeridad, inmovilizando inmediatamente el vehículo del conductor e informándole de que se enfrentaba a cargos penales por un delito contra la seguridad vial. El automóvil fue trasladado al depósito municipal, quedando retenido mientras se esclarecen los hechos.

Un apagón que complicó aún más la situación

El contexto en el que se produjo este suceso incrementó notablemente su gravedad. Durante la noche del incidente, la ciudad de Lleida vivía una situación compleja debido a una avería eléctrica generalizada que había dejado sin suministro gran parte de las calles y viviendas. Las tareas cotidianas, como conducir o desplazarse a pie, se volvieron peligrosas por la falta de iluminación adecuada, aumentando el riesgo para cualquier actividad en la vía pública.

Edificio de la Guardia Urbana de Lleida con un policía de pie y varios policías en formación en el fondo.
Guardia Urbana de Lleida | ACN

Las autoridades locales habían recomendado prudencia extrema durante el apagón para minimizar los riesgos, especialmente en desplazamientos nocturnos. Precisamente por esto, la irresponsabilidad del conductor ha generado gran indignación entre los vecinos, quienes consideran que una situación ya de por sí complicada se agravó todavía más por un comportamiento completamente imprudente.

Consecuencias y reflexiones tras el incidente

Este incidente pone de manifiesto los riesgos adicionales que conlleva conducir bajo los efectos del alcohol, especialmente en condiciones adversas como las provocadas por un apagón generalizado. Además de las posibles consecuencias legales a las que se enfrentará el detenido, su acción podría haber tenido consecuencias trágicas para otros ciudadanos.

Las autoridades policiales han aprovechado este caso para reiterar a la población la importancia de respetar escrupulosamente las normas de tráfico, especialmente las relativas al consumo de alcohol. La responsabilidad individual, recuerdan, es clave para evitar tragedias innecesarias.

El suceso vivido en Lleida durante la noche del apagón demuestra, una vez más, que las imprudencias al volante no solo afectan al conductor irresponsable, sino también al conjunto de la comunidad, especialmente cuando el entorno ya presenta condiciones extraordinariamente adversas. La prevención, por tanto, continúa siendo la mejor manera de evitar que episodios como este vuelvan a repetirse.