La mañana ha comenzado de forma caótica en diversas carreteras de la provincia de Barcelona, provocando la desesperación de centenares de conductores. Problemas de circulación, grandes atascos y tiempos de espera inusualmente prolongados se han convertido en protagonistas, afectando especialmente a quienes intentaban acceder a la ciudad en plena hora punta.
Las autoridades ya habían advertido previamente de posibles complicaciones en algunas vías habituales, pero lo ocurrido hoy ha superado las previsiones iniciales, generando preocupación y numerosas quejas entre los usuarios afectados.
Principales puntos con dificultades
La C-58 ha sido una de las vías más afectadas esta mañana, concentrando varios puntos críticos. Según información difundida por el Servei Català de Trànsit (SCT), se registran hasta 7 kilómetros totales de retenciones repartidos en tres tramos clave. El primero de ellos, de unos dos kilómetros, se situa en Ripollet, en sentido Terrassa; otro tramo de dos kilómetros afecta la zona de Montcada i Reixac en dirección Barcelona; y finalmente, cuatro kilómetros adicionales bloquean la circulación entre Sant Quirze y Sabadell, también en dirección a la capital catalana.
Además de la C-58, otras vías de acceso a Barcelona han sufrido importantes retenciones. En la A-2, la cola de vehículos alcanza los 10 kilómetros en el tramo entre Pallejà y Cornellà. La congestión también ha golpeado a la B-23 desde Molins de Rei, con siete kilómetros de vehículos prácticamente detenidos.
La C-31 entre Viladecans y El Prat tampoco ha escapado del caos circulatorio matinal, sumando otros siete kilómetros de congestión. Finalmente, la C-32 ha completado el desafortunado panorama con cuatro kilómetros de tráfico muy lento entre Viladecans y Sant Boi de Llobregat.
Motivos detrás del caos
Aunque no se ha reportado ningún accidente importante que explique por sí solo esta situación, fuentes de tráfico atribuyen la congestión a una combinación de factores. Por un lado, el elevado volumen de vehículos habituales de un día laborable, sumado a pequeñas incidencias puntuales que ralentizan aún más la circulación, han convertido las carreteras en auténticos cuellos de botella.
Cabe destacar que, además, a causa del apagón de ayer, el servicio de Rodalies no ha podido recuperar la normalidad y ahora mismo sigue completamente suspendido. Eso afecta también a las carreteras, pues todas las personas que habitúan a desplazarse en tren, hoy deberán de hacer en coche.
Accidente grave también en Lleida
Aunque el grueso de las complicaciones se ha producido en Barcelona, Lleida también ha registrado incidentes graves esta misma mañana. Concretamente, en la carretera LV-2001 a la altura de Juneda, las autoridades han informado del corte total de la vía debido a una colisión entre un turismo y un ciclomotor.
Este accidente, que ha requerido la presencia inmediata de los servicios de emergencias, ha añadido aún más presión sobre la red viaria catalana, provocando desvíos y complicaciones añadidas a las ya difíciles condiciones matinales de circulación.