La mañana de este miércoles se ha visto marcada por un episodio de caos inesperado en una importante vía del nordeste peninsular. Sin previo aviso, la circulación ha quedado completamente bloqueada, obligando a decenas de vehículos a detener su marcha y alterar de forma drástica sus planes y rutinas diarias. Este tipo de incidentes, aunque infrecuentes, suelen tener un fuerte impacto en la movilidad y la vida cotidiana de la población, especialmente cuando afectan a rutas clave de la red viaria catalana.
Un accidente que paraliza la Garrotxa
Los hechos se han producido en la carretera N-260z, concretamente a la altura de Argelaguer, en la comarca de la Garrotxa. Según ha informado el Servei Català de Trànsit a través de sus canales oficiales, la vía ha quedado completamente cortada tras un accidente que ha obligado a desplegar un amplio dispositivo de emergencias.
El aviso se ha difundido a primera hora, sobre las 8:30 de la mañana del 3 de julio de 2025, momento en el que se ha confirmado la total interrupción de la circulación en ambos sentidos.

Las primeras imágenes aéreas difundidas por el helicóptero de Trànsit muestran una escena impactante: varios vehículos de emergencia interviniendo sobre el asfalto, con la vía bloqueada y una larga cola de coches detenidos a ambos lados de la carretera.
El incidente ha tenido lugar en el punto kilométrico 74,5 de la N-260z, muy cerca de la localidad de Sant Jaume de Llierca. Los datos recogidos apuntan a que el tráfico ha quedado completamente inmovilizado, generando retenciones que se han extendido rápidamente a los accesos secundarios.
El impacto sobre la movilidad comarcal
La N-260z es una de las arterias principales de comunicación entre la Garrotxa y el resto de la provincia de Girona, siendo habitual el tránsito de vehículos particulares, camiones de mercancías y servicios públicos.
Este corte repentino ha dejado aislados a numerosos conductores, muchos de los cuales se han visto obligados a buscar rutas alternativas por carreteras secundarias que, en cuestión de minutos, han pasado de estar prácticamente vacías a saturarse con un tráfico inusual.
No es la primera vez que una incidencia de este tipo genera complicaciones en la zona. La combinación de alta densidad de tráfico en horas punta y la ausencia de rutas rápidas alternativas convierte cualquier accidente en un verdadero quebradero de cabeza para vecinos y transportistas. Además, el hecho de que el siniestro haya tenido lugar en pleno inicio de la jornada laboral ha multiplicado el efecto dominó, impactando también en la llegada de servicios, suministros y en la movilidad de quienes dependen de esta carretera para su actividad diaria.
Dispositivo de emergencias y gestión de la situación
Desde el momento del accidente, el Servei Català de Trànsit ha coordinado la intervención de los distintos cuerpos de seguridad y emergencias. En la escena han trabajado efectivos de los Mossos d’Esquadra, servicios sanitarios y bomberos, que han centrado sus esfuerzos en atender a los posibles afectados y restablecer la circulación lo antes posible.

Aunque en el primer comunicado no se han detallado las causas exactas del accidente ni la gravedad de los daños personales, la magnitud del despliegue apunta a una incidencia de importancia considerable.
Los responsables de Trànsit han recomendado a la ciudadanía evitar la zona y mantenerse informada a través de los canales oficiales para conocer en tiempo real la evolución de la situación. Mientras tanto, los equipos de emergencias han realizado tareas de limpieza, retirada de vehículos implicados y control del tráfico en los puntos de acceso a la carretera cortada.