Un agente de los Mossos d'Esquadra de espaldas observa una autopista con tráfico denso y camiones en un entorno de montaña

Caos en la AP-7 por un vehículo averiado: 7 kilómetros de retención

Los Mossos de Esquadra han tenido que intervenir

La rutina de muchos conductores puede verse alterada en cualquier momento, especialmente cuando un contratiempo inesperado se cruza en su camino en plena hora punta. Este jueves por la mañana, cientos de vehículos se han visto atrapados en una situación que ha puesto a prueba la paciencia de los usuarios de una de las principales vías rápidas del país.

Un incidente que paraliza una arteria clave

La AP-7, una de las autopistas más transitadas del corredor mediterráneo y eje estratégico tanto para el tráfico de mercancías como para los desplazamientos diarios, ha vuelto a ser escenario de un importante colapso. A las 8:29 de la mañana de este 19 de junio de 2025, un vehículo averiado a la altura del Papiol ha obligado a cortar uno de los carriles en sentido norte, dirección Girona.

Las imágenes difundidas por el  Servei Català de Trànsit en sus canales oficiales muestran una larga hilera de vehículos prácticamente detenidos, extendiéndose varios kilómetros atrás desde el punto del incidente. La magnitud de la incidencia ha sido tal que las retenciones han alcanzado hasta siete kilómetros, arrancando ya en el término municipal de Castellbisbal, según datos actualizados por los servicios de tráfico.

Un policía de los Mossos d'Esquadra de espaldas en una carretera rural bajo un cielo parcialmente nublado.
Montaje en el que se ve una carretera y un Mosso de Esquadar | ACN, Google Maps, XCatalunya

El lugar exacto del suceso, el kilómetro 164,965, no es desconocido para quienes frecuentan esta vía, ya que se trata de un tramo en el que los atascos suelen producirse con frecuencia cuando hay cualquier alteración del flujo normal, bien sea por accidentes, obras o, como en esta ocasión, una simple avería.

Hora punta y efectos en cadena: el momento menos oportuno

El incidente ha ocurrido en uno de los peores momentos posibles: la franja de la mañana en día laborable, cuando miles de vehículos circulan en dirección a las principales ciudades catalanas. Este tipo de episodios, además de aumentar los tiempos de desplazamiento, puede llegar a colapsar las entradas a Barcelona y dificultar la movilidad en el conjunto del área metropolitana.

La situación se ha visto agravada por la falta de alternativas viarias de gran capacidad en esa zona, lo que ha generado un efecto dominó en otras carreteras secundarias próximas, donde también se han reportado retenciones menores.

En redes sociales, usuarios y organismos oficiales han compartido imágenes de la congestión, mostrando filas interminables de vehículos y el consabido malestar de los conductores. El Servei Català de Trànsit ha pedido paciencia y prudencia, recordando la importancia de mantener la calma en estos contextos y de seguir las indicaciones de los paneles luminosos y de los agentes desplazados a la zona.

AP7, un foco de problemas

Este episodio vuelve a poner de relieve la vulnerabilidad de la red viaria catalana ante cualquier mínima incidencia. La AP-7, pese a ser una de las infraestructuras más modernas y transitadas del Estado, se convierte con facilidad en una trampa para los conductores cuando ocurre cualquier imprevisto.

No es la primera vez que una avería causa importantes retenciones en este punto concreto del trazado, lo que evidencia la necesidad de estudiar medidas alternativas, como carriles reversibles, mejor gestión del tráfico o más vías de evacuación rápida en caso de emergencia.