Una noche que parecía transcurrir con normalidad se transformó en cuestión de minutos en una escena de caos y violencia, sorprendiendo tanto a los asistentes como a los trabajadores de un local de ocio nocturno. El ambiente festivo fue interrumpido por un altercado que dejó tras de sí imágenes impactantes y la intervención urgente de los cuerpos de seguridad y los servicios médicos. Lo ocurrido no solo conmocionó a quienes se encontraban cerca, sino que también abrió un nuevo capítulo en la larga lista de incidentes relacionados con la seguridad en los locales nocturnos.
La madrugada que se tornó violenta
Todo sucedió en la madrugada del sábado, en torno a las 2:30 horas. Tal y como ha informado el Diari de Tarragona, un agente de la Guàrdia Urbana, que se hallaba de servicio en las inmediaciones, detectó un tumulto inusual de personas que miraban alarmadas hacia una de las calles más transitadas de Reus, en la provincia de Tarragona. El motivo de la expectación era una violenta pelea que se estaba desarrollando frente a la entrada de un local de ocio de la calle del Hospital, una zona que suele reunir a numerosos jóvenes los fines de semana.
Al llegar los primeros agentes al lugar de los hechos, el escenario era claro: un hombre, trabajador del local y encargado de la seguridad, yacía en el suelo con una herida abierta en la cabeza, la cara cubierta de sangre y evidentes signos de haber recibido un fuerte golpe con una botella. La gravedad de las lesiones hizo necesaria la presencia urgente del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM), cuyos sanitarios prestaron una primera asistencia en la misma acera antes de trasladar al herido al Hospital Sant Joan de Reus, donde finalmente recibió puntos de sutura para cerrar la herida.

Un enfrentamiento que pudo acabar peor
Según relatan los testigos presenciales y las primeras informaciones recabadas por los cuerpos policiales, el desencadenante de la pelea no fue casual. Todo apunta a que el presunto agresor, que continuaba en la escena cuando llegaron los agentes, había protagonizado momentos antes un intento de agresión a otro cliente del local. De hecho, las declaraciones recogidas por la policía señalan que el hombre llegó a amenazar a uno de los asistentes con un punzón, un arma blanca de reducido tamaño pero potencialmente letal.
El vigilante de seguridad, al percatarse de la situación y tras recibir el aviso de lo ocurrido, intervino para expulsar al individuo del local y evitar que la situación se descontrolara. Fue entonces cuando, en un violento giro de los acontecimientos, el agresor sacó una botella y golpeó al trabajador en la cabeza, provocándole la herida sangrante que motivó la movilización de los servicios de emergencia.
La rápida reacción de los agentes permitió controlar la situación antes de que derivara en un episodio todavía más grave. Tras entrevistar a los testigos y recibir la descripción del agresor, los agentes procedieron a su detención en el mismo lugar de los hechos. El detenido también presentaba lesiones, por lo que fue trasladado en primera instancia al Centro de Urgencias de Atención Primaria (CUAP) Sant Pere para ser atendido antes de pasar a disposición policial.
Lo ocurrido en Reus pone de nuevo sobre la mesa el debate en torno a la seguridad en los locales nocturnos, un sector que a menudo se ve obligado a gestionar situaciones de alto riesgo y violencia. En este caso, la intervención profesional del personal de seguridad evitó que la agresión se extendiera a otros clientes, aunque el precio fue una grave lesión que requirió atención médica inmediata.