La madrugada se ha convertido en una auténtica pesadilla para los vecinos de un tranquilo municipio del interior de Catalunya. Lo que parecía una noche normal se transformó, en cuestión de minutos, en un escenario de caos y miedo. El rugido de las sirenas y el resplandor de las llamas obligaron a muchos a abandonar sus casas precipitadamente, sin apenas tiempo para reaccionar.
Un incendio arrasa una vivienda en Solivella
El fuego se declaró en una vivienda situada en la calle de l’Hospital de Solivella. Se trataba de un edificio de planta baja más dos pisos que quedó completamente calcinado. El aviso llegó a los Bombers de la Generalitat a las 02:59 horas y, cuando los equipos accedieron al lugar, el incendio ya estaba totalmente desarrollado, sin margen para entrar en el interior de la casa.
Por esa razón, los bomberos iniciaron las tareas de extinción desde el exterior, al tiempo que se desalojaba de manera preventiva a los vecinos de uno de los edificios contiguos. La decisión fue clave, ya que la densa columna de humo y el intenso calor hacían peligrar también a las viviendas más cercanas.

El forjado cedió y la casa quedó en ruinas
Uno de los momentos más complicados de la madrugada se produjo cuando el forjado de la segunda planta se vino abajo. El colapso confirmó que la vivienda había quedado afectada de forma estructural y que su estado es, a día de hoy, prácticamente irrecuperable. Este derrumbe obligó a extremar las precauciones, ya que el riesgo para los equipos que trabajaban en el lugar era evidente.
Tres personas atendidas por los servicios médicos
Mientras tanto, el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) ha tenido que atender a tres personas afectadas. Los tres heridos han sido desplazados al Hospital Pius de Valls. Dos de ellos en estado "menos grave" y el otro en estado "grave", según han informado las autoridades.
En total, siete dotaciones de los Bombers de la Generalitat participaron en el dispositivo. Su rápida intervención resultó determinante para impedir que las llamas alcanzaran otras viviendas de esta zona del municipio, donde las casas están construidas muy próximas entre sí. De hecho, el trabajo coordinado de los equipos de emergencia evitó lo que pudo haber sido una tragedia de mayores dimensiones.
Lo ocurrido en Solivella vuelve a poner de manifiesto la importancia de la prevención en los incendios domésticos. Muchas veces, los materiales inflamables de viviendas antiguas y las instalaciones eléctricas en mal estado favorecen que un fuego se expanda sin control. Además, la falta de detectores o planes de evacuación complica todavía más la respuesta inicial.
Aunque el balance final no ha dejado víctimas mortales, el recuerdo de las familias desalojadas y la visión de la vivienda destruida permanecerán durante mucho tiempo en la memoria de Solivella.