Durante la jornada de hoy, las carreteras catalanas han registrado múltiples incidentes de tráfico, especialmente en arterias principales como la AP-7 y la B-23. Sin embargo, las vías secundarias también presentan riesgos significativos, especialmente en zonas de alta densidad de tránsito. La seguridad vial sigue siendo una prioridad para las autoridades, que han actuado rápidamente ante cada situación de emergencia.
Uno de los accidentes más graves tuvo lugar en la carretera B-520, a la altura del kilómetro 2 en Santa Eugènia de Berga. Una colisión entre un turismo y una furgoneta, registrada a las 14:37 horas, dejó como saldo tres personas heridas. Según informa el Servicio de Emergencias Médicas (SEM), los afectados fueron trasladados al Hospital de Vic con pronóstico menos grave. Tres unidades terrestres del SEM fueron necesarias para atender a las víctimas en el lugar.
El cuerpo de bomberos también desempeñó un papel fundamental en el rescate de uno de los conductores, que había quedado atrapado dentro del turismo. Tras liberarlo del vehículo, los bomberos lo entregaron a los sanitarios del SEM, quienes continuaron con la atención médica. La rápida respuesta de estos equipos evitó que la situación empeorara y permitió que las víctimas recibieran atención en el menor tiempo posible.
La B-520, carretera poco transitada
La carretera B-520 conecta varios municipios de la comarca de Osona y es una vía de tránsito frecuente para vehículos particulares y comerciales. Aunque no es una de las carreteras más congestionadas, su uso constante la convierte en un punto sensible para accidentes de tráfico. En días laborales, como hoy, el flujo de vehículos es mayor, lo que aumenta el riesgo de incidentes.
El accidente generó interrupciones temporales en la circulación de la B-520, lo que obligó a los conductores a buscar rutas alternativas. Las autoridades de tráfico recomendaron extremar la precaución y seguir las indicaciones de los equipos de emergencia en la zona. Además, se recordó la importancia de respetar los límites de velocidad y mantener una distancia de seguridad adecuada.
Este suceso pone en evidencia la necesidad de mejorar las medidas de prevención y seguridad en las carreteras secundarias. Aunque las arterias principales suelen recibir mayor atención, las vías locales también requieren infraestructura adecuada y controles regulares. Los accidentes como el de hoy refuerzan el compromiso de las autoridades por reducir el número de incidentes y garantizar la seguridad de todos los usuarios.
Mientras tanto, las autoridades trabajan para esclarecer las causas del accidente. La coordinación entre el SEM y los bomberos fue clave para gestionar la emergencia y minimizar sus consecuencias. Aunque las víctimas se encuentran fuera de peligro, este accidente deja un recordatorio claro: la seguridad vial depende de todos.