Bombero en el centro de discapacitados incendiado

8 unidades del SEM intervienen en incendio en un centro de formación: Varios heridos

Dos de los afectados siguen en estado grave

El fuego es cruel, imprevisible y puede arrasar cualquier lugar en cuestión de minutos. Nadie está exento de sus peligros, especialmente en lugares donde la vulnerabilidad de los ocupantes se suma a las dificultades para evacuar a tiempo. Así lo ha demostrado un incendio ocurrido en un centro de formación y trabajo para personas con discapacidad en Cerdanyola del Vallès. El incidente, que movilizó 11 dotaciones de los Bomberos de la Generalitat y 9 unidades del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), dejó un saldo de 14 personas afectadas, dos de ellas en estado grave.

El aviso del incendio llegó alrededor de las 20:26 horas, según confirmaron los Bomberos de la Generalitat. El fuego se originó en una habitación de la primera planta del edificio, aunque el humo rápidamente afectó a toda la estructura. Las llamas consumieron por completo la estancia, lo que obligó a una intervención rápida y coordinada de las unidades de emergencia. El incendio fue controlado y extinguido en menos de 20 minutos, pero dejó a su paso una escena preocupante.

Las dos personas en estado grave fueron localizadas en el pasillo, afectadas por inhalación de humo y quemaduras. Ambas fueron trasladadas de inmediato al Hospital Moisès Broggi de Sant Joan Despí. Además, otras 12 personas sufrieron lesiones de diversa consideración. Siete recibieron el alta en el lugar, mientras que tres fueron derivadas al Hospital Parc Taulí de Sabadell. Una persona más fue trasladada al Centro de Urgencias de Atención Primaria (CUAP) y un bombero fue atendido por Asepeyo tras resultar afectado durante las tareas de extinción.

Escena trágica

La peligrosidad de un incendio en un centro de formación para personas discapacitadas radica en la complejidad de evacuar de manera segura a sus ocupantes, más aún cuando algunos de ellos tienen movilidad reducida o requieren asistencia especial. En este caso, la intervención rápida de los servicios de emergencia evitó un desenlace aún más trágico. Según los Bomberos, además de apagar las llamas, se realizaron tareas de ventilación y evaluación estructural para garantizar la seguridad del edificio.

El Sistema de Emergencias Médicas desplegó 7 unidades terrestres y un equipo conjunto con los Bomberos, mostrando una vez más la importancia de la coordinación en incidentes de esta magnitud. Los profesionales sanitarios actuaron con rapidez, priorizando la atención a los heridos más graves y asegurando que todos los afectados recibieran la asistencia necesaria.

Los incendios en edificios de uso público o comunitario no son inusuales, pero cada vez que suceden dejan una clara lección: la necesidad de invertir en seguridad, sistemas de detección temprana y planes de evacuación eficientes.