En ocasiones, hay imágenes que dejan sin palabras a cualquiera, especialmente cuando reflejan conductas al límite que desafían tanto la ley como el sentido común. El último caso, que ha generado una oleada de reacciones en redes sociales, pone el foco sobre la seguridad vial y los peligros de exceder los límites de velocidad.
Una denuncia que sorprende incluso a los Mossos
El pasado 1 de junio de 2025, los Mossos d'Esquadra compartieron una imagen capturada por un radar durante la noche, en la que se aprecia a un motorista circulando a una velocidad de vértigo: nada menos que 213 kilómetros por hora en un tramo cuya velocidad máxima permitida es de 90 km/h. El hecho tuvo lugar en la conocida carretera C-31, a la altura de Viladamat, una vía donde no es extraño encontrar controles de velocidad, precisamente por el elevado riesgo de accidentes graves.
La fotografía difundida por los Mossos no sólo muestra el claro exceso de velocidad, sino también detalles que han desatado todo tipo de comentarios: el conductor va completamente erguido, con mochila a la espalda y una actitud poco habitual para quien circula a semejante velocidad. El mensaje del cuerpo policial es rotundo: la denuncia es de carácter penal y se recuerda la importancia de respetar los límites para proteger la vida propia y la de los demás.

La reacción viral: ¿Realmente iba a 213 km/h?
Lo que más ha llamado la atención no ha sido únicamente la cifra, sino la postura del motorista y su apariencia. Varios usuarios en Twitter han señalado con ironía que parece que el conductor simplemente "iba a comprar el pan", cuestionando cómo es posible alcanzar los 213 km/h en esa posición, sin una actitud especialmente deportiva ni agachada para reducir la resistencia del viento. Las bromas y comentarios se han multiplicado, destacando el hecho insólito de ver a un motorista con mochila circulando a tal velocidad.
Otro de los debates recurrentes es la credibilidad del radar en función de la postura del conductor, ya que quienes tienen experiencia en motos de gran cilindrada aseguran que esa posición no es compatible con circular a velocidades tan elevadas, incluso llevando modelos potentes como las GS. A pesar de las dudas que puedan suscitar las imágenes, la denuncia de los Mossos es firme y las consecuencias legales pueden ser severas.
Un riesgo que va más allá de la sanción
Las sanciones por circular a más del doble de la velocidad permitida en carretera pueden ir desde multas económicas de cuantía muy elevada hasta la retirada del permiso de conducir e incluso penas de prisión, al tratarse de un delito contra la seguridad vial. En este caso, la denuncia es penal y, según los antecedentes de otros sucesos similares, el proceso puede acabar en los tribunales.
La velocidad es uno de los principales factores de mortalidad en las carreteras catalanas y españolas. De hecho, los cuerpos de seguridad insisten en que respetar los límites es clave para evitar accidentes fatales, especialmente en vías donde los adelantamientos, curvas y cambios de rasante pueden convertirse en trampas mortales cuando no se circula a la velocidad adecuada.