El pan es un alimento básico en muchas culturas, especialmente en España, donde acompaña a la mayoría de las comidas. Sin embargo, no todos los panes son iguales en términos de calidad y beneficios para la salud.
Los panes que se venden en ultramarinos, especialmente los industriales y congelados, suelen contener conservantes y aditivos que los hacen menos recomendables para una dieta saludable.
Conservantes y aditivos en el pan industrial
Los panes industriales están diseñados para tener una vida útil prolongada, lo que se logra mediante la adición de conservantes y otros aditivos. Estos ingredientes, aunque permiten que el pan se mantenga fresco por más tiempo, pueden tener efectos negativos en la salud si se consumen en exceso.
Además, la presencia de estos químicos puede afectar el sabor y la textura del pan, alejándolo de las cualidades del pan artesanal tradicional.
Calidad nutricional y procesos de elaboración
El proceso de elaboración del pan industrial suele ser más rápido y menos cuidadoso que el del pan artesanal. Se utilizan harinas refinadas que carecen de la fibra y los nutrientes presentes en las harinas integrales.
Además, la fermentación rápida impide el desarrollo de sabores complejos y puede resultar en un pan menos digestivo. Por otro lado, el pan congelado, que se hornea parcialmente y luego se congela para su distribución, puede perder calidad en términos de textura y sabor al ser recalentado.
Opiniones de expertos
Cristina, una panadera entrevistada por EL ESPAÑOL, señala que "el pan industrial y el congelado que se suele vender en las tiendas de alimentación lleva más químicos". Además, añade que este "es de los que más consumen".
Ella destaca que estos panes contienen muchos aditivos y conservantes que no son buenos para la salud. Además, al estar cocinados con tanta rapidez, muchas veces se quedan crudos, lo que puede provocar molestias digestivas.
Alternativas más saludables
Para quienes buscan opciones más saludables, es recomendable optar por panes elaborados de manera artesanal, preferiblemente con masa madre y harinas integrales. La masa madre actúa como un conservante natural y mejora la digestibilidad del pan.
Las harinas integrales aportan fibra, vitaminas y minerales que se pierden en las harinas refinadas. Además, estos panes suelen tener un índice glucémico más bajo, lo que ayuda a mantener niveles estables de azúcar en sangre.
Sobre los panes que parecen buena opción
Aunque el pan es un alimento tradicional y apreciado, es importante ser conscientes de las diferencias entre las variedades disponibles en el mercado. Los panes industriales y congelados, a menudo cargados de conservantes y aditivos, pueden no ser la opción más saludable.
Optar por panes artesanales, elaborados con ingredientes naturales y procesos tradicionales, puede ofrecer beneficios tanto en sabor como en salud.