Cuando la empresa para la que trabajas deja de abonarte el salario, te encuentras en una situación compleja que puede afectar tus finanzas y tu tranquilidad. Sin embargo, las leyes laborales en España protegen tus derechos como trabajador. Si tu empresa no te paga el sueldo, a continuación te explico los pasos que debes seguir para protegerte y reclamar lo que te corresponde.
En primer lugar, revisa detenidamente tu contrato de trabajo y las nóminas previas. Confirma las fechas de pago acordadas y las cantidades que deberían haberte ingresado. Si detectas retrasos o impagos, anota las fechas y las cantidades adeudadas. Esta información es fundamental para sustentar cualquier reclamación que inicies.
A continuación, intenta mantener una comunicación clara con la empresa. Envía un correo electrónico o una carta certificada informando del impago e indicando la cuantía exacta que te deben. Sé respetuoso y directo. Aunque la empresa conozca la situación, dejar constancia escrita de tu reclamación es importante como prueba documental.
Si la empresa no responde o no soluciona el problema, contacta con el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) de tu comunidad autónoma. Este paso es obligatorio antes de acudir a los tribunales. Allí presentarás una papeleta de conciliación, un documento que describe la situación, tus datos, los del empleador y las cantidades reclamadas. La presentación de la papeleta interrumpe el plazo para reclamar judicialmente.
En el acto de conciliación, se intentará llegar a un acuerdo con la empresa. Si hay entendimiento, se firmará un acta con los términos de la solución alcanzada. Este acuerdo es vinculante y garantiza que la empresa cumpla lo pactado. Sin embargo, si la empresa no comparece o no se logra acuerdo, se emitirá un acta sin avenencia, que te permitirá acudir a la vía judicial.
Vía judicial si la conciliación no funciona
Si la conciliación no ha dado resultado, presenta una demanda ante el Juzgado de lo Social. Aquí es recomendable contar con un abogado especializado en derecho laboral. Él analizará tu caso, preparará la demanda y te representará en el juicio. Además, podrá asesorarte sobre la posibilidad de reclamar intereses por demora y/o indemnizaciones adicionales si el impago ha generado perjuicios considerables.
Durante el proceso judicial, deberás aportar las nóminas, el contrato de trabajo, la carta de reclamación a la empresa y cualquier otra documentación que demuestre los impagos. Tu abogado argumentará tu derecho al salario y exigirá la regularización de las cantidades adeudadas. El juez valorará las pruebas y, si considera que la empresa no ha cumplido con sus obligaciones, dictará sentencia condenando a la empresa a abonarte las cantidades pendientes.
Es importante saber que el salario es un derecho irrenunciable. No firmes documentos ni aceptes acuerdos que te perjudiquen o renuncien a derechos adquiridos. Si tu empresa te presiona para aceptar menos dinero del que te corresponde, consulta con tu abogado antes de ceder.
Importancia de demandar también al FOGASA
Si la empresa se declara insolvente o en concurso de acreedores, podría complicarse la recuperación del dinero. En estos casos, el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) puede asumir parte de las cantidades adeudadas, cumpliendo los límites establecidos legalmente. Aunque no cubra la totalidad de la deuda, aliviará la situación económica generada por el impago.
Además, si el impago de salarios es continuo y reiterado, podrías incluso solicitar la extinción voluntaria de tu contrato con derecho a indemnización, como si se tratase de un despido improcedente. Esta opción requiere de asesoramiento profesional para valorar su viabilidad y conveniencia.