En los últimos años, las transacciones con tarjetas de crédito o de débito no han parado de crecer. Compramos por Internet introduciendo datos bancarios y pagamos en supermercados, bares, restaurantes y tiendas de ropa con tarjeta. Antes la introducíamos dentro de la máquina, ahora basta con acercarla. Incluso hay gente que paga con el móvil o con el reloj.
Los bancos son conscientes de los problemas que puede ocasionar esta práctica y tienen una recomendación clave para todos sus clientes: "Cuando pagues con tarjeta, siempre pide una copia del justificante". Esta simple acción, que puede parecer irrelevante en el momento, puede ahorrarte sorpresas desagradables y protegerte ante posibles errores o, en algunos casos, ante situaciones de mala fe por parte de los comercios. En un entorno cada vez más digital y con un uso creciente de tarjetas de crédito y débito, tanto en tiendas físicas como en plataformas online, seguir las recomendaciones de los bancos se vuelve esencial para evitar problemas futuros.
Cuando realizamos compras con tarjeta, ya sea de crédito o de débito, el proceso es casi automático: pasamos la tarjeta, introducimos el PIN o utilizamos la opción contactless y, en cuestión de segundos, la transacción está completada. Sin embargo, los bancos insisten en que uno de los pasos más importantes que muchos usuarios omiten es pedir el justificante de la operación. Este justificante no solo es una prueba tangible de que has realizado el pago, sino que te proporciona una forma de verificar que el importe cobrado es el correcto. Los errores pueden ocurrir, y es posible que un importe equivocado haya sido introducido en el terminal del punto de venta.
Error en el importe cobrado: involuntario o delictivo
Además, aunque se trata de situaciones poco comunes, puede darse el caso de que el comercio cargue un precio diferente al que te había indicado previamente. Aquí es donde entra en juego la importancia del justificante, que te permitirá tener un respaldo ante cualquier discrepancia entre lo que has pagado y lo que te han cobrado realmente. En palabras de muchos expertos financieros, "los bancos recomiendan siempre asegurarse de que el importe es correcto antes de autorizar el pago, y luego conservar el justificante como referencia". De esta manera, si hubiera un error, tendrás pruebas para solicitar el reembolso o corregir el cargo con el comercio o la entidad financiera.
La recomendación de los bancos también es válida para las compras online. Aunque en este caso no se recibe un ticket físico, es importante guardar una copia del correo electrónico de confirmación del pago o hacer una captura de pantalla de la página de la transacción completada. Esto te servirá como justificante en caso de cualquier problema con el envío, la cantidad o el precio del producto o servicio adquirido. En la era digital, no es raro que los usuarios olviden este detalle, pero los bancos siempre recomiendan tener un respaldo de todas las transacciones.
Además, los bancos insisten en la importancia de revisar regularmente los extractos bancarios y las notificaciones que se reciben por las compras realizadas. Comparar esos movimientos con los justificantes físicos o electrónicos te ayudará a detectar cualquier irregularidad de inmediato y tomar medidas lo antes posible.