El maravilloso ejemplo del entrenador del Girona FC, el madrileño Míchel, en su forma de solidarizarse con la ciudad que le ha acogido, aprendiendo a hablar el catalán con una naturalidad admirable, le ha generado críticas de quienes no entienden que se puede hablar más de un idioma, especialmente cuando es un idioma oficial del lugar en cuestión.
Esas críticas y ataques personales hacia las personas que, con una intención tan digna como respetuosa, siguen visibilizándose sin conocer diferencias de sector, condición sexual o edad. Uno de los últimos ejemplos es el de la joven andaluza Clara Soler. La chica lleva poco tiempo viviendo en Barcelona, pero el suficiente para actuar con total normalidad en su intención de integrarse a la ciudad en la que tiene su nueva residencia. Y en esa forma normal de vivir ha decidido colgar videos en TikTok en los que habla en catalán, ya sea porque le sirve como práctica para su aprendizaje, o bien como intención de proximidad con el pueblo catalán.
En cualquier caso, la chica ha compartido su asombro mediante su cuenta en esa red social a partir del momento en el que una mujer la ha tildado de "traidora". La joven no ha conseguido salir de su asombro y todavía no entiende esa acusación tan grave por el solo hecho de hablar en un idioma oficial sin ninguna intención de provocar ni desacreditar a nadie. "Os juro de verdad que no veo ningún motivo ni justificación al criticar que una persona esté aprendiendo una lengua que no solo se habla en Catalunya”.
El video de Clara Soler está generando un fuerte impacto, pues ya acumula más de 30.000 reproducciones, más de 4.000 likes y supera los 600 comentarios. Entre las numerosas opiniones, algunas de ofensivas y desagradables, y otras muchas como muestra de apoyo y solidaridad por un gesto exento de maldad alguna, todo lo contrario, un acto de generosidad hacia una lengua, que es una de las dos oficiales de la ciudad en la que se hospeda. Lo increíble de todo ello es que una actitud como esta, se deba justificar o generar el esfuerzo para contextualizarla.
Una reacción en cadena
Entre los comentarios recibidos, podemos encontrar el de personas que han experimentado una situación similar: "Yo también estoy aprendiendo catalán y ni te imaginas los comentarios. Tienes mi apoyo". Otros aprovechan para compartir la realidad de la problemática con la lengua catalana: "Pues ahora ves todo lo que sufrimos aquí. Más gente como tú es lo que hace falta". Tampoco faltan los que cargan contra la falta de educación: "Ni caso. Clara. Se llama incultura, la mayoría no deben tener ni la EGB. Aprender idiomas enriquece" o "Este es el nivel de mucha gente respecto a Catalunya, te admiro profundamente. Todo es cultura y ojalá pudiéramos aprender muchos más idiomas".
Una situación penosa que nos afecta a todos. Lo importante es que gente como Clara Soler no se deje intimidar y siga actuando con la normalidad de una actitud perfectamente legítima que no debería ser sinónimo de controversia alguna.