Durante los últimos años se ha ido perdiendo la tradición de cocinar productos caseros y recurrir en su lugar a comprar platos ya preparados en los supermercados habituales. Esta tendencia se multiplica todavía más si nos referimos a los postres. Ya no se hacen yogures, flanes, natillas o bizcochos caseros: es mucho más común comprar los precocinados.
Y esta simpleza y facilidad, en la gastronomía, nunca ha estado relacionada con los hábitos saludables. Todo lo contrario. Suelen ser productos procesados que son más bien perjudiciales para la salud.
De hecho, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado en las últimas semanas que comer natillas precocinadas es no es nada recomendable. Abogan por recurrir a la tradición de producirlas de forma casera.
NATILLAS CASERAS de la abuela ¡Las mejores! de Karlos Arguiñano ??? Cocina Abierta
Motivos del consejo y diferencias entre precocinadas y caseras
Las natillas que compramos ya preparadas en los supermercados combinan almidones, espesantes, azúcar, aromas, colorantes y otros aditivos cuyo consumo no es nada saludable para nuestra salud. Su principal problema es el contenido de azúcar. Superan los 22 g por envase, el equivalente a tres sobres de azúcar; el consumo recomendado de azúcar al día es de 25 gramos máximo.
Todo lo contrario que las caseras, cuyos únicos ingredientes son la yema de huevo, la leche y el azúcar. Las de sabor tradicional, además, llevan aromatizantes de vainilla y/o canela. Otro punto positivo es que la cantidad utilizada de cada producto puede ser manipulada al gusto del consumidor.
Se pueden preparar en muy poco tiempo y son mucho más recomendables para el bienestar de nuestra salud. Por eso la OCU insiste en recomendar el consumo de las caseras por encima de las precocinadas.
Cómo hacer Natillas Caseras de forma Fácil y Rápida
El estudio de la OCU sobre las natillas
Para certificar esta hipótesis, la Organización probó con 33 variedades diferentes de natillas vendidas en los supermercados más populares de la geografía española. Fueron 13 natillas de vainilla, 12 de chocolate y 8 de vainilla con galleta y comprobaron el etiquetado, los ingredientes, la composición nutricional y su seguridad alimentaria e higiénica. Durante el estudio se llevó a cabo una cata a ciegas por parte de expertos.
Eso sí, dentro de la negatividad del consumo de natillas procesadas, la OCU también ha querido destacar cuál es la mejor de cada variedad. Las menos dañinas de vainilla son las del Eroski, de chocolate las de Danone y de galleta las de IFA Eliges.