Las nuevas tecnologías han irrumpido en nuestra sociedad para lo bueno y para lo malo. Los delitos relacionados con el patrimonio y, en especial, las estafas actuales no tienen nada que ver con las estafas que se cometían hace veinte años. Los delincuentes están muy atentos a los despistes de los usuarios y aprovechan cualquier momento para colarse en sus perfiles, obtener información privada o, lo que es peor, robar dinero.
En los últimos días hemos podido leer en redes sociales la conocida estafa de la “marca blanca” que afecta a los clientes de Movistar. Los estafadores aseguran que pertenecen a una marca blanca sujeta a Movistar y, por tanto, que los clientes podrán conseguir precios más asequibles sin perder calidad. En concreto, afirman que llaman desde MásMóvil.
¿Cómo funciona la estafa?
El estafador se hace pasar por un colaborador de MásMóvil. Llama a un cliente de Movistar y le ofrece los supuestos servicios. Dejan claro que el proceso de cambio será sencillo gracias a la vinculación entre ambas empresas. ¿Qué pasa? Pues que no es cierto que Movistar y MásMóvil tengan una relación comercial o que la segunda sea una filial de la primera. Son operadoras independientes. De modo que si el cliente acepta la propuesta falsa, pasará a ser cliente de MásMóvil.
¿Qué hacer si esto ocurre?
Hemos de tener en cuenta que son empresas subcontratadas y que viven del fraude. Pero revertir la situación es fácil si se siguen unos pasos. Hay que denunciar el fraude para ‘volver’ a la operadora original y de la que nunca hemos deseado salir. La Oficina de Consumidores y Usuarios recomienda que siempre que se haga un cambio de compañía (sea de una empresa de telefonía o de cualquier otro tipo) se guarde documentación y, a poder ser, se grabe la llamada para poder efectuar eventuales reclamaciones.