Un perro color beige sostiene un frisbee rojo en la boca mientras juega con un balón de fútbol blanco con rojo sobre el pasto de un campo rodeado de árboles.

Ni Lamine Yamal ni Raphinha: Un perrito quiere el Balón de Oro

El vídeo del perro controlando el balón se ha hecho viral en redes.

Las redes sociales han vuelto a hacerlo: convertir a un protagonista completamente inesperado en el centro de todas las miradas. Esta vez no se trata de Lamine Yamal ni de Raphinha, ni siquiera de un futbolista profesional. El nuevo fenómeno viral es… un perro.

Sí, has leído bien. Un perro marrón claro, simpático, enérgico y, sobre todo, con un control del balón que ya quisieran muchos jugadores de élite. El vídeo de su hazaña ha corrido como la pólvora por internet, generando miles de reacciones y comentarios de asombro y ternura.

Una escena mágica en medio del bosque

El escenario no puede ser más cinematográfico: un espacio natural rodeado de árboles, con una alfombra de césped verde, sin presencia humana ni distracciones. Solo la cámara, el silencio del bosque y él: un perro con un frisbee en la boca. El vídeo no ha tardado a hacerse viral en redes.

Un cachorro peludo está dentro de una lavadora, asomando su cabeza y parte de su cuerpo, con un texto que dice
Un cachorro peludo está dentro de una lavadora, asomando su cabeza y parte de su cuerpo, con un texto que dice "I've got a super-comfy bed" y varios emojis sonrientes. | XCatalunya, Perro

Desde el primer momento, el animal se aproxima con paso firme, pero lo que llama la atención no es su actitud simpática ni su mirada curiosa, sino lo que hace con el balón. Porque sí, lo controla como si llevara años entrenando en La Masia.

Un dominio digno de cualquier academia de fútbol

El perrito se acerca sin soltar el frisbee, lo mantiene perfectamente sujeto en la boca, pero no deja de avanzar con el balón entre las patas delanteras. No lo golpea sin rumbo, lo guía, lo acaricia con sutileza, como si supiera perfectamente hacia dónde quiere llevarlo.

Un perro pequeño empuja un carrito de compras lleno de verduras en un supermercado.
Un perro pequeño empuja un carrito de compras lleno de verduras en un supermercado. | XCatalunya, @twitter

Algunos comparan sus movimientos con los de Ronaldinho en sus mejores tiempos. Otros ven en su estilo algo de Iniesta. Sea como sea, el control de balón es limpio, suave, calculado. Incluso da pequeños toques, con el cuerpo ligeramente inclinado, como si se tratara de una jugada ensayada.

El público estalla en elogios

En Twitter, Instagram y TikTok, el vídeo no ha tardado en generar una oleada de reacciones. Desde cuentas de fútbol hasta páginas de humor, todos han querido compartir este momento mágico. “Dadle el Balón de Oro ya”, escribía un usuario. “Este perro tiene más visión que medio PSG”, bromeaba otro.

También han surgido memes con su foto al lado de Messi, con montajes del Camp Nou lleno de fans ovacionándolo. Incluso alguna cuenta parodia lo ha incluido en una supuesta lista de convocados para el próximo Mundial de Clubes. El fenómeno ha cruzado fronteras.

Más que un truco: una pasión canina por el balón

Lo que hace especial este momento no es solo la técnica del animal, sino su actitud. No parece actuar como parte de un juego ensayado, ni está respondiendo a una orden. Lo que se ve en pantalla es pura espontaneidad: un perro que juega con alegría, con instinto y con talento.

No hay entrenadores, no hay gritos, no hay premios al final. Solo la pasión por correr tras el balón, tocarlo con mimo y disfrutar del trayecto. Esa autenticidad ha sido clave para que el vídeo conecte con tantas personas.

La gran revelación final: el Balón de Oro canino

Pero lo mejor llega al final del vídeo. Justo cuando el perro se aproxima a la cámara, se detiene y levanta la mirada. Con el frisbee aún en la boca, deja que el balón ruede suavemente hasta sus patas. Lo mira, lo controla y lo deja justo en el centro del plano, como si estuviera diciendo: “ya está, esto es lo mío”.

En ese momento, todo el mundo lo tiene claro: el Balón de Oro, este año, no es para Lamine Yamal ni para Raphinha… sino para este perrito que, sin entrenadores ni estadios, ha conquistado el corazón del planeta fútbol.