La frase de Jesús Molero ha encendido conversaciones en redes y consultas. Su tono directo conecta con quienes buscan relaciones más equilibradas. Los comentarios de sus seguidores hacen referencia a lo positivo que han sido las reflexiones del psicólogo para mejorar sus vidas.
Molero insiste en un cambio de enfoque sobre cómo nos vinculamos con los demás. Su mensaje invita a revisar hábitos cotidianos y a tomar decisiones que prioricen el bienestar emocional. A partir de ahí, Molero es claro sobre lo esencial.

Relaciones de mejor calidad
El foco del mensaje de Molero está puesto en la dignidad personal y el respeto cotidiano. Molero subraya que aprender a poner límites es clave en la pareja, en la amistad y en el trabajo. Ayuda a conservar el respeto y el equilibrio emocional, fortalece la confianza y previene los conflictos.
El psicólogo es claro: "Muchas personas creen que si ponen límites los van a rechazar, los van a querer menos, van a vivir en conflicto o se van a quedar solas". "Pero en realidad pasa todo lo contrario, sabemos que a las personas asertivas se les respeta más". "Se les tiene más en cuenta y tienen mejores relaciones", manifiesta.
Al marcar los límites, no se acumula rabia ni resentimiento y los problemas se resuelven antes. El enfoque fomenta relaciones sanas y estables, refuerza la comunicación y la escucha activa y aporta seguridad emocional a ambas partes.
Respeto mutuo y vínculos duraderos
Quienes se hacen respetar y defienden sus intereses construyen relaciones más estables y duraderas. Son vínculos basados en el respeto mutuo. “Si no pones límites legitimas que te pisen”, advierte.
La asertividad no es dureza ni frialdad, explica Molero, es claridad sobre necesidades y acuerdos. Así se sostienen relaciones sólidas en el tiempo. Y el resultado es un trato más justo y consciente, evitándose malentendidos recurrentes y elevando la calidad de la convivencia.
Al empezar a marcar límites, algunos se alejarán, pero se van "quienes se beneficiaban de que aguantaras todo". Poner límites también “te quita la máscara de los ojos”, explica. Lejos de ser un problema, es una depuración saludable que permite identificar los apoyos reales.

El amor que escucha el “no”
Las personas que te quieren bien se quedan, te escuchan y se adaptan. Aprenden a convivir con tu “no” sin dejar de quererte. El amor es un espacio para ser tú, sin miedo.
El psicólogo explica que para que te amen deben conocerte, se debe expresar lo que te gusta y lo qué no lo hace. Debes decir lo que te incomoda, lo qué te inseguriza y qué no te apetece hacer. Verbalizar las necesidades atrae a la gente correcta, no es como podría pensarse, que la aleja.
Molero concluye que poner límites no termina una relación, sino al contrario, se inicia una más firme, serena y respetuosa. Es un paso de asertividad que impulsa relaciones sanas. La práctica favorece el bienestar y el equilibrio emocional y consolida la confianza y la comunicación.