Estos días os hemos estado compartiendo una de las últimas ofertas de Bonpreu Esclat, que puede hacer las delicias de los amantes de las frutas, y más concretamente del Kiwi amarillo Zespri procedente de Nueva Zelanda y los fresones de Huelva.
Sin embargo y a pesar de la sustanciosa oferta de estos productos, no ha terminado de parecer del todo bien a algunos de los clientes de la cadena catalana de supermercados. O por lo menos, no ha sentado nada bien a una usuaria de X (Twitter), que ha mostrado su enorme enfado por el hecho de que los establecimientos catalanes ofrezcan un producto que viene de la ciudad andaluza de Huelva.
La tuitera llamada Elisabeth ha publicado un tuit mostrando su disconformidad por la decisión de los supermercados de Bonpreu y Esclat. El texto, claro y contundente, abre una rotunda reflexión: "Un tema que no debería tener espacio en la barretina es que un supermercado como Bonpreu nos lleve los fresones de Huelva teniendo maravilloso en el Baix Llobregat y en el Maresme. Ni con nata montada se traga mejor tanto desprecio por el producto del país".
Los fresones de Huelva, NSG 203–Marimbella®, se han consolidado como uno de los productos más prestigiosos entre los analistas de esta fruta, convirtiéndose en uno de los más determinantes en la intención del consumidor por disfrutar de su forma, color y, muy especialmente, por un sabor delicioso. Todo ello no desacredita al resto de fresones, incluidos los catalanes, que de igual forma suponen una elección ampliamente contrastada.
Los fresones catalanes
Sin ir más lejos, el Parque Agrario del Baix Llobregat ofrece una amplia variedad de productos de temporada; por una parte, cultivos de huerta, como lechugas, diversidad de brásicas, calçots, espárragos de Gavà, calabazas y tomates; y por la otra, frutas, con cerezas, melones, sandías, melocotones, ciruelas, mirabolantes y, por supuesto... fresones.
Sin embargo, la verdadera estrella de los fresones catalanes son los de la comarca del Marseme. No obstante, lo que sucede con esta variedad de fresones catalanes es que requiere de un consumo rápido tras la cosecha, comportando una gran valoración por parte de los consumidores de proximidad. Para Dídac Valera de El Huerto de en Dídac, labrador formado como ingeniero técnico agrícola: "La fresa del Maresme tiene que pasar por pocas manos: del labrador al consumidor en un día o dos. Como máximo un comerciante con tacto de intermediario. Se tiene que recoger en su punto y para saberlo se lo tiene que conocer, por eso es una fruta que básicamente disfrutamos nosotros, los del Maresme. Y somos especialmente ¡caprichosos!".
Tanto la fresa como el fresón son, seguramente, una de las frutas que más adicción genera por el uso culinario, lo que favorece que exista una gran diversidad de recetas y formas de comérnoslas. Fresones de Huelva, o fresones catalanes, el caso es que estamos en plena temporada de los mismos, y debemos aprovechar sus enormes posibilidades.