Hombre mayor sonriente con pulgares arriba frente a un cajero automático de CaixaBank y un círculo que muestra billetes de euro

Golpe de efecto de Caixabank: Cumple la promesa, muchos se frotan las manos

Lo ha anunciado la propia entidad

En el contexto de una banca europea que sigue remunerando activamente a los accionistas —incluso ante el previsible descenso de los tipos de interés— CaixaBank ha protagonizado un movimiento estratégico relevante. A pesar de la moderación en los márgenes por la actual política del BCE, las entidades financieras como CaixaBank mantienen fuerte capacidad para devolver valor vía dividendos y recompras de acciones.

La operación: ejecución del 19,6 % del plan de recompra en la tercera semana

CaixaBank ha alcanzado ya el 19,6 % de la recompra dentro de la tercera semana de su sexto programa, cifrado en un máximo de 500 millones de euros, y gestionado por Goldman Sachs. Durante esta tercera semana, compró 4,6 millones de acciones a un precio medio ponderado de 7,3912 euros, lo que supone una inversión de algo más de 34 millones de euros.

Sumando las tres primeras semanas, CaixaBank ha adquirido 13,307,190 títulos, con un desembolso de 98 millones de euros, cerca de la quinta parte del compromiso total.

Una mujer con expresión de sorpresa frente a una sucursal de CaixaBank.
Oficina de Caixabank y una persona sorprendida | XCatalunya, Economía Digital, Cecilie_Arcurs de Getty Images Signature

Por qué este golpe de efecto es significativo

Este sexto programa, aprobado en enero y activado el 16 de junio, permite a CaixaBank amortizar acciones propias y reducir su capital social. La operación busca ajustar el exceso de recursos propios, dentro de los límites del 10 % del capital total autorizados por la CNMV.

Gestión independiente con límites reglamentarios. Goldman Sachs, como gestor del programa, opera con autonomía, respetando la norma que prohíbe adquirir más del 25 % del volumen medio diario durante cada jornada.

Optimización estructural de capital. Estas operaciones encajan en la estrategia de mantener un CET1 eficiente —sin restar recursos a la actividad— y responden a la presión regulatoria y de los inversores por un uso activo del capital.

Contexto económico y bancario actual

Tras cerrar 2024 con un beneficio histórico de 5.787 millones de euros, un incremento del 20,2 %, CaixaBank ha reforzado sus métricas financieras y su capacidad para retribuir al accionista. Aun cuando el margen de intereses sufrió una débil contracción —un 1,9 % intertrimestral—, la diversificación creciente en comisiones y seguros apuntala su resistencia.

Un hombre sonriente con camisa a cuadros frente a un banco con un logotipo amarillo y azul.
Montaje de un hombre con un CaixaBank de fondo | Syda Productions, CaixaBank, XCatalunya

A nivel sectorial, los bancos europeos se enfrentan a un entorno de tipos al alza recientemente, por lo que las recompras y dividendos se convierten en palanca diferencial para atraer capital. Analistas como Morgan Stanley prevén una rentabilidad total (dividendos + recompras) del 11 % para la banca europea, y alrededor del 12 % para CaixaBank.

Impacto e implicaciones para el accionista

Este tipo de recompras generan efecto en beneficio por acción (EPS) y elevan la demanda por la disminución de oferta. Además, ofrecen señales de confianza por parte de la dirección en el solidez del balance de CaixaBank, y pueden incentivar el precio de la acción a corto y medio plazo.

En combinación con el dividendo propuesto —0,2864 €/acción, un payout del 53,5 % del beneficio 2024— los inversores se benefician de una retribución total muy elevada. Y el precio de la acción lo acaba agradeciendo.