Los supermercados, de vez en cuando, también se involucran en proyectos que trascienden lo meramente alimentario. Algunos de ellos buscan, puntualmente, mejorar la calidad de los productos que venden, pero Bonpreu y Esclat ha dado un paso más allá. La cadena ha liderado un proyecto nunca antes visto en tierras catalanas en el que busca mejorar, entre otras cosas, la calidad de la ganadería del territorio.
Bonpreu y Esclat ha firmado un acuerdo colaborativo en el que participan todos los agentes de la cadena alimentaria para que la carne de vaca de Bruna dels Pirineus esté en sus pasillos. Es una raza autóctona ampliamente desconocida por el consumidor. De hecho, sólo hay tres en toda Catalunya: ésta, la Pallaresa y la de l'Albera.
En este nuevo proyecto participan ganaderos, salas de despiece (Pirinat) y el distribuidor (Bonpreu Esclat). Es un acuerdo pionero y también están involucradas otras instituciones como la UAB, IRTA y el Departament d'Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya.
La Bruna dels Pirineus, la elegida
La empresa Pirinat es la encargada de aglutinar diferentes explotaciones pertenecientes a la Federació Raça Bruna dels Pirineus (Februpi) para llevar a cabo el despiece y luego distribuirlo en Bonpreu. El gerente de la Februpi ha explicado los motivos de por qué esta raza es la más adecuada para el proyecto.
"La Bruna dels Pirineus es nuestra raza y la que mejor se adapta en nuestro territorio porque cría muy bien los novillos, es muy dócil y esto se transmite a la carne”, decía Martí Orriols. Luego añadía: "Queremos trabajar a favor de los productores del país y con una raza autóctona poco conocida". Esto ayudará, decía, a "potenciar la economía circular".
En esta línea, el secretario de Alimentació del Departament d'Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural, Carmel Mòdol, también se mostraba satisfecho. "Estamos ante un trabajo que permitirá que haya pueblos vivos, activos en la agricultura y la ganadería", proclamaba.
Con todo, este proyecto que ya está en marcha busca contribuir a mejorar la calidad de la carne de vaca y, además, a garantizar la viabilidad de las explotaciones. Un proceso en el que todos los agentes que participan son locales. De hecho, hace ya cerca de un mes y medio que unos 30 establecimientos de Bonpreu y Esclat tienen en sus pasillos la carne de vaca de Bruna dels Pirineus.