Un perro y un pato están acostados juntos en el suelo, el pato se recuesta sobre el perro y en la segunda imagen el pato está parado sobre el vientre del perro

Un Golden Retriever y un pato: Los mejores amigos

Amistad entre perro y pato sorprende en redes con ternura y curiosidad animal

En los últimos años, las redes sociales han popularizado historias tiernas e inusuales de amistad entre animales. Entre estas, una destaca especialmente: la de un Golden Retriever y un pato llamado Rudy. Aunque no es la primera pareja inesperada, su conexión ha captado la atención global gracias a videos y fotografías virales.

Cómo surgió el vínculo entre Barclay y Rudy

La historia comienza en el hogar de Pam Ishiguro, en el condado de Orange, California, donde convivían Barclay, un ágil y cariñoso Golden Retriever, y Rudy, un pato Pekin de cuatro años. Al principio hubo recelos por parte de ambos. Barclay intentó acercarse a la bandada del pato, lo que desencadenó una respuesta defensiva de Rudy. Pero pronto fueron más lo que los unía que lo que los separaba.

Pam relata que, aunque al principio solo jugaban y se perseguían, rápidamente desarrollaron una conexión profunda. Pasan largos ratos juntos, comparten sopas de agua y se ignoran mutuamente salvo en el momento de un abrazo. En varios vídeos se les ve charlando, caminando y jugando, demostrando una fraternidad poco común.

Pato nadando en el agua junto a un grupo de patitos.
Pato adulto con crías detrá | Getty Images, SilvanBachmann

La reacción de internet

Cuando el famoso perfil “Puppies” compartió un vídeo en X el 10 de mayo de 2025 mostrando el dúo en actitud cariñosa, cosechó más de 377 millones de visualizaciones, 1,6 millones de reposteaciones y 17 millones de “me gusta”. La imagen del perro recostado, abrazando al pato, emocionó a seguidores de animales por igual.

Este tipo de amistades entre dos especies no es inusual. Los Golden Retrievers suelen mostrar una gran apertura social. Al convivir desde una edad temprana con Rudy, Barclay desarrolló una respuesta empática y protectora. Parte de la comunidad veterinaria y etológica explica que estos vínculos surgen de la socialización temprana y la convivencia prolongada, mucho más que de una conducta instintiva.

Comportamiento cotidiano que refuerza su unión

Los dos compañeros no solo duermen juntos, también se persiguen por la casa. Rudy se sube a la espalda de Barclay y trata de jugar, mientras el perro aparenta aguantar pacientemente. También beben de la misma fuente y se quejan cuando están separados, como si sintieran nostalgia mutua.

Una entrevista con la familia revela que Barclay era inicialmente tímido. Gracias a Rudy, gana confianza y estímulo emocional, y ahora muestra un carácter más extrovertido. Esta evolución en el comportamiento animal es un ejemplo de cómo la interacción entre dos especies puede influir positivamente en su bienestar.

Más allá de esta historia

La amistad entre Barclay y Rudy plantea preguntas sobre los criterios de socialización animal. Estas relaciones inesperadas, siempre que se manejen con atención, pueden fomentar el bienestar emocional de ambos animales. La clave es una supervisión adecuada, asegurar espacios seguros y responder a las necesidades instintivas propias de cada especie.

En este caso, la familia de Pam ha mostrado unos buenos cuidados. Algunos de ellos son la alimentación de Rudy, así cómo su área tranquila para descansar y atención veterinaria. Barclay, por su parte, recibe entrenamiento regular, cariño y momentos de juego independientes del pato.