El Banc Sabadell ultima los preparativos para trasladar de nuevo su sede social a Catalunya, siete años después de su decisión de abandonar la comunidad autónoma en el punto álgido del proceso soberanista de 2017. Según ha adelantado el diario ‘ABC’ y ha confirmado la Agencia Catalana de Noticias (ACN), la entidad contempla que su consejo de administración apruebe en breve este cambio de sede, en plena opa hostil de BBVA sobre el banco.
Este anunciado retorno se produciría tras la reunión extraordinaria del consejo de administración del Banc Sabadell, que estaría prevista para este mismo miércoles, según han explicado fuentes conocedoras de la situación. Aunque la noticia aún no ha sido confirmada oficialmente por el banco, el Govern de la Generalitat ha declinado pronunciarse sobre este movimiento empresarial hasta que la decisión sea firme.
Una salida en pleno procés
El Banc Sabadell se encontraba entre las numerosas empresas que en octubre de 2017 decidieron trasladar su sede fuera de Cataluya. En aquel momento, el referéndum de autodeterminación impulsado por el Govern de Carles Puigdemont y suspendido por el Tribunal Constitucional, así como el choque institucional con el Estado, había suscitado preocupación en las élites financieras.
La entidad argumentó entonces que la decisión de cambiar su domicilio social y fiscal perseguía frenar la fuga de depósitos ocasionada por el temor a una hipotética exclusión de la zona euro o por la inseguridad legal que pudiese afectar a los ahorros de sus clientes. En ese contexto, Sabadell estableció su sede en Alicante, lo que supuso un golpe simbólico en plena crisis institucional.
Un regreso siete años después
En la actualidad, con la pérdida de la mayoría independentista en las instituciones y el auge de partidos como el PSC liderado por Salvador Illa, la entidad estima que ha llegado la hora de dar marcha atrás a aquella decisión y regresar a Catalunya. Observadores de la industria interpretan este movimiento también como una declaración de fuerza por parte de la dirección del banco frente a la opa hostil planteada por BBVA, lo que añadiría un factor estratégico a la operación.
El regreso de su sede social se produciría en un momento en que otras compañías que también habían abandonado el territorio catalán han optado por deshacer ese cambio. Un ejemplo reciente es el de Ciments Molins, que a finales del año pasado anunció el retorno de su domicilio fiscal a Catalunya, tras copiar la práctica a Banc Sabadell.