La gastronomía catalana se distingue por muchísimos platos, pero pocos despiertan tanto cariño como los canelones. Es un plato tradicional, especialmente en festividades como Navidad, donde se aprovechan los restos de carne para rellenarlos. Sin embargo, sus versiones se han multiplicado y hoy se encuentran recetas muy variadas.
Durante años, se ha debatido sobre dónde saborear los canelones más exquisitos. El panorama culinario de Cataluña es amplio y diverso, con cocineros muy influyentes que han aportado su visión. Entre ellos, no podía faltar Ferran Adrià, quien acostumbra a dejar frases contundentes sobre todo aquello que prueba o redescubre.
En una de sus apariciones en Madrid Fusión 2024, Adrià lanzó una auténtica declaración de principios al halagar la cocina de un restaurante que es considerado referente en el patrimonio culinario catalán. Sus palabras causaron sensación, pues muy pocos esperaban que el chef de elBulli confesara con tanta rotundidad su lugar predilecto para comer canelones.
Restaurante 'top' en ubicación 'top'
Finalmente, se supo que su elogio más sincero lo reservó para Can Jubany, un establecimiento con estrella Michelin y tres soles Repsol. Nandu Jubany y su esposa, Anna Orte, llevan desde 1995 al frente de este espacio enclavado en Calldetenes, cerca de Sant Julià de Vilatorta. Bajo la apariencia de una masía rústica, late la esencia de la cocina catalana con toques de autor y productos de un huerto propio.
Además de platillos tan notables como el arroz del senyoret, los canelones de Can Jubany han sido auténticos protagonistas. Propuestas como la de pollo de pagès con crema de foie y trufa forman parte de uno de los menús degustación (con un precio de 248 euros). En carta, se suman los canelones de foie y trufa negra de Osona (45 euros) y la versión tradicional de pollo (26 euros la ración).
Para los que no puedan desplazarse hasta la comarca de Osona, el restaurante ofrece asimismo una versión envasada de estos canelones disponibles en algunas tiendas online, como Ametller Origen. Entre sus referencias figuran los canelones de carne asada con boletus a la crema, o los de espinacas y pasas, todos bajo la firma de Nandu Jubany.
La ubicación del local, en Calldetenes, resulta pintoresca para quienes buscan una escapada gastronómica y cultural. El propio Ferran Adrià, al destacar su menú, subrayó la importancia de la cocina tradicional y, en particular, de los canelones como símbolo de la identidad catalana. Nada mejor que un entorno rural que conserva el respeto por la materia prima.
Por si fuera poco, a escasa distancia se sitúa Sant Julià de Vilatorta, un pueblo a menudo recomendado por su singular arquitectura modernista y noucentista. Bien puede convertirse en un plan completo: degustar los canelones favoritos de Adrià y, después, dejarse sorprender por un recorrido cultural.