La Grossa de Cap d’Any siempre trae sorpresas, y este año no ha sido la excepción. El segundo premio del sorteo ha recaído en el número 81612, regalando 65.000 euros por billete a un reducido grupo de afortunados.
Entre ellos, destaca una familia de Les Borges Blanques que se ha ganado el título de la más afortunada de Catalunya. La historia, llena de emoción y también alegría, confirma que en cualquier momento puede llegar esa ocasión perfecta para celebrar la suerte que brinda esta lotería tan emblemática.
El segundo premio se queda en Les Borges Blanques
El número 81612 ha sido un auténtico protagonista en la jornada de la Grossa de Cap d’Any de este año. La librería Quaderns, situada en la céntrica plaza U d’Octubre de Les Borges Blanques, ha vendido cuatro billetes que, en conjunto, suponen un montante total de 260.000 euros.
Según relata su propietario, Adrià González, estos boletos pertenecen a una misma familia, que decidió repartir la ilusión entre varios de sus miembros. Para González, la alegría ha sido doble. Por un lado, reparte el premio más importante en los 42 años de historia de su establecimiento.
Por otro, cumple el deseo de ver cómo la suerte impacta de manera directa en vecinos de la localidad. El dueño de Quaderns confiesa que hasta había bromeado con la familia esa misma mañana, fantasía que, para sorpresa de todos, se convirtió horas después en una realidad.
Una tradición con sabor catalán
La Grossa se ha convertido en una pieza clave de las fiestas navideñas en Catalunya, y cada vez son más los que apuestan por este sorteo en lugar de otras loterías. Aúna la emoción de los premios con un fuerte componente de identidad catalana, brindando oportunidades de ganar grandes sumas de dinero sin salir del territorio. El caso de esta familia, que se ha llevado nada menos que cuatro billetes premiados, refuerza la idea de que la suerte puede golpear con fuerza en el lugar menos esperado.
El mayor premio en cuatro décadas
Para Adrià González y el equipo de la librería Quaderns, repartir 65.000 euros en cuatro ocasiones supone una marca histórica. Jamás habían alcanzado una cuantía tan alta, y el hecho de que haya sido precisamente a gente cercana añade un valor emocional enorme.
Según cuenta el propio González, la expectación aumentó cuando, a punto de irse a comer, decidió esperar a la extracción y escuchó el nombre de Les Borges Blanques en directo. En ese instante, comprobó con emoción que, efectivamente, los cuatro billetes ganadores se habían vendido en su local.
Dos billetes premiados en La Seu d’Urgell
El 81612 también sonrió a varios compradores en La Seu d’Urgell, donde el estanco Josep Rebés, situado en el carrer Major, repartió dos billetes de este segundo premio. La propietaria, Esther Arranz, señala que buena parte de las ventas se realizaron de forma on line, aunque la ilusión es la misma que si se hubiesen despachado en persona. Con este precedente, Arranz mantiene vivo el entusiasmo por la lotería, sabiendo que el esfuerzo y la implicación con la Grossa suelen traer resultados satisfactorios.
Un final de año inolvidable
La familia agraciada en Les Borges Blanques vivirá un fin de año inmejorable, con la satisfacción de compartir el botín logrado. La Grossa de Cap d’Any, una vez más, ha demostrado su carácter festivo y solidario, dejando alegrías repartidas por distintos puntos de Catalunya. En cada edición, este sorteo consolida su prestigio, y se espera que en años venideros siga repartiendo premios de forma sorprendente.
Al final, cada nueva historia confirma que la suerte es caprichosa y puede tocar a la puerta de cualquiera. La librería Quaderns y la familia agraciada lo saben mejor que nadie, y sus celebraciones lo reflejan a la perfección. Queda claro que, cuando llega la fortuna, puede hacerlo a lo grande, especialmente en una lotería tan querida y tradicional como la Grossa de Cap d’Any en Catalunya.