Las relaciones de pareja alcanzan un nuevo hito. Se trata de un descubrimiento que ha llevado a cabo la universidad británica The Open University.
La ciencia y el amor vuelven a encontrar un punto más de intersección, gracias al estudio de la psicología. En este caso, la investigación publicada da con las claves de cómo ha de ser un matrimonio, si el objetivo es que sea duradero y feliz. ¿En qué consiste el hallazgo? ¿Cómo se han podido encontrar estas claves? Lo vemos a continuación.
El estudio ha sido amplio
La muestra de cualquier investigación es el grupo de personas que se selecciona. En este caso, la gente que ha liderado el trabajo ha querido abarcar un rango muy amplio.
La selección ha constado, nada más y nada menos, que de 4.494 personas. Y la edad tampoco ha sido un criterio que se haya acotado, pues las personas voluntarias comprenden edades que van desde los 18 hasta los 65 años.
La gran pregunta
Además de la muestra, toda investigación tiene una --o varias-- preguntas clave. En este caso, la duda ha surgido con algo que es, a priori, cotidiano. Pero que, sin embargo, tiene una dimensión mucho más profunda: ¿Cuáles son las claves para que una pareja pueda durar?
Lo importante aquí es que la relación se mantenga a lo largo de los años. A partir de esta premisa, se encuestó a las personas voluntarias. ¿Y qué hay de las respuestas que se obtuvieron?
Lo que dijo la gente
Una de las preguntas que se planteó fue al respecto de aquellas cosas que más gustan de la relación. Algunas de las respuestas clave que se obtuvieron fueron cosas como: compartir valores e intereses, reír juntos, ser mejores amigos o sentirse seguros.
La confianza y la felicidad son también dos ingredientes que van de la mano. Del mismo modo que la escucha, el hecho de compartir vivencias o hablar y escuchar mucho.
Por supuesto, dos de los componentes más importantes para que la cosa funcione: estar enamorado y sentirse querida. Todo esto conformó el puzzle que llevó a la universidad a dar con las claves.
El matrimonio feliz
Seis puntos son los que protagonizan la lista de requisitos. El primero de ellos: tener gestos positivos y de agradecimiento. El segundo: buena comunicación es imprescindible. El bronce se lo llevan los detalles y las sorpresas.
En el ámbito doméstico, compartir responsabilidades es primordial. También, los valores, creencias, ambiciones y gustos conforman el plantel de lo que ambas partes han de estar en sintonía.
Por último, pero no menos importante: el humor. Reír juntos. De hecho, este apartado ha sido uno de los mejor valorados por parte de la muestra de voluntarios.