Puede parecer un detalle sin importancia. Una etiqueta más, de tantas que ignoramos cuando compramos una prenda de ropa. Pero esta no es una etiqueta cualquiera. Es un pequeño triunfo que ha hecho sonreír a muchos catalanohablantes. ¿El motivo? Por primera vez, una gran marca internacional de ropa ha incluido instrucciones de lavado en catalán junto a otros idiomas europeos.
En letras claras, aparece: “Rentar del revés amb colors similars”. Un mensaje práctico, sí, pero también simbólico. Porque en una industria donde el catalán ha sido tradicionalmente ignorado, este pequeño gesto tiene un enorme valor. Un reconocimiento que va más allá de la ropa: toca directamente la dignidad lingüística de millones de personas.

El catalán, presente donde siempre debió estar
Durante años, los consumidores catalanes han tenido que leer etiquetas en alemán, neerlandés, noruego, finlandés, incluso lituano o letón... pero no en su propia lengua. Aunque el catalán es hablado por más de diez millones de personas, su presencia en productos de consumo masivo ha sido anecdótica o directamente inexistente.
Incluir el catalán en una simple etiqueta no es solo una corrección lingüística. Es una rectificación moral. Una forma de decir: “Tu lengua también importa.”
Más que un idioma: una identidad
Este paso, por pequeño que parezca, es una declaración de principios. No solo se trata de comprender unas instrucciones, sino de ver reflejada tu identidad en los productos que consumes. De sentirte tenido en cuenta como hablante, como ciudadano, como persona.

Y es que el catalán no es una lengua decorativa. Es lengua de ciencia, de cultura, de creación. También puede ser lengua de comercio, de etiquetas, de instrucciones técnicas. No hay ninguna razón por la que no deba aparecer allí donde lo hacen el sueco, el portugués o el italiano.
Un precedente que podría cambiarlo todo
Esta iniciativa no solo es un acierto, es un ejemplo. Un espejo en el que deberían mirarse muchas otras empresas. Porque si una marca tan emblemática puede incluir el catalán de manera natural en su etiquetado, ¿por qué no lo hacen otras?
Los consumidores catalanes están cada vez más atentos, más exigentes. Ya no basta con vender: hay que respetar. Y eso también implica respetar su lengua. No es una cuestión de sentimentalismo, sino de derechos. De igualdad.
Y al final… la marca que lo ha hecho posible
El impacto en redes ha sido inmediato: miles de personas compartiendo la imagen, celebrando el gesto, y agradeciendo este pequeño reconocimiento. Porque a veces, para avanzar en dignidad, no hacen falta grandes discursos. Basta con una línea bien escrita en un sitio visible.
Y esa línea la ha escrito —o más bien bordado— una de las marcas más icónicas del mundo de la moda: Levi Strauss & Co. Una etiqueta, una frase… y un paso firme hacia el respeto lingüístico.
Este pequeño gesto de Levi’s demuestra que respetar el catalán no es difícil. Basta voluntad. Ojalá otras marcas sigan el ejemplo y normalicen lo que nunca debió ser excepcional.