La prestación de desempleo es uno de los derechos más importantes que tienen los trabajadores en un estado desarrollado. El objetivo es tener un sustento económico cuando un empleado ha sido despedido en una empresa, salvo que la baja sea voluntaria. Lógicamente, esta ayuda no es indefinida y tiene la finalidad de ayudar económicamente al ciudadano mientras este busca trabajo.
El paro no es un sueldo, como muchas personas creen. Es una práctica habitual empezar a buscar trabajo cuando esta prestación está llegando a su fin. Lo normal sería empezar a buscar empleo desde el primer día y, lógicamente, dejar de percibir esta ayuda cuando el trabajador esté de nuevo de alta en la seguridad social y firme el contrato con la nueva empresa.
El dinero sale de las aportaciones que han realizado las empresas, por cuenta del trabajador, durante su vida laboral. La cantidad que corresponde va a depender de muchos factores, como el periodo trabajado o la base de cotización.
Hasta ahora, los beneficiarios de la prestación de desempleo no estaban obligados a presentar la declaración de la renta si no tenían ingresos superiores a los 22.000 euros anuales o por encima de los 15.000 euros si tenía dos o más pagadores y uno de ellos le había pagado más de 1.500 euros anuales.
Cambios importantes
A partir de ahora, el ejecutivo podría implementar cambios importantes y los desempleados podrían estar obligados a rendir cuentas con Hacienda mediante la declaración del IRPF aunque cumplan estos requisitos. En este sentido, el artículo 299 de la Ley General de la Seguridad Social establece una obligación formal de presentar anualmente la declaración de IRPF para los beneficiarios de esta prestación.
Si no se hace, el Estado podría multar al contribuyente y, además, correría el riesgo de quedarse sin la ayuda del paro.
No hay que alarmarse
El hecho de tener que presentar la declaración de la renta, que debe hacerse cada año desde principios de abril hasta finales de junio, no implica una obligación de pagar. Es decir, lo que quiere el Estado es conocer más información sobre este colectivo, pero esta prestación de desempleo no estará sujeta a más tributación.
Historia del paro en España
La protección por desempleo en España tiene sus primeras manifestaciones en el Real Decreto de 18 de marzo de 1919, que estableció medidas iniciales para asistir a los trabajadores desempleados. Sin embargo, fue durante la Segunda República cuando se implementó el primer seguro de desempleo más estructurado, con la creación del Servicio para el Fomento de Previsión contra el Paro Involuntario del Trabajo en mayo de 1931.
Posteriormente, en 1961, se instauró el Seguro Nacional de Desempleo mediante la Ley 62/1961 de 22 de julio, sentando las bases del actual sistema de prestaciones por desempleo