Huevos sobre una canasta con un símbolo de advertencia en el centro

La clara advertencia de la OCU sobre una marca de huevos camperos

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) clasifica este producto en diferentes categír

En un país donde el huevo es uno de los productos estrella de la cesta de la compra, confiar en lo que promete el envase puede ser una auténtica lotería. No es la primera vez que los consumidores se enfrentan a la incómoda pregunta de si lo que compran realmente corresponde a lo que esperan.

Sin embargo, en los últimos días, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU)  ha encendido las alarmas con un informe que preocupa. Estamos hablando de los huevos camperos.

Un informe que pone a prueba la confianza del consumidor

Son muchos los consumidores que alguna vez han comprado huevos con etiqueta de "huevos camperos". El último análisis de la OCU, publicado este mes, viene a romper la confianza ciega en este segmento del supermercado.

Montaje con una imagen de una ensaladilla rusa en una mesa. A la derecha una imagen con una medalla que acredita la primera posición
Imagen de una ensaladilla | Timolina, alexroz, Canva de Sparklestroke Global

Se han analizado 30 marcas distintas. La organización ha destapado diferencias notables en el precio, pero también en otros parámetros como grosor de la cáscara, el color de la yema y el sabor. En este sentido, la principal conclusión del estudio es clara: no todo lo que brilla bajo el sello “campero” es oro.

El informe advierte que, especialmente en los supermercados españoles, existe un gap importante entre la expectativa creada por el marketing y la realidad del producto. El caso más llamativo, y también el más preocupante, ha sido el de la marca blanca de Alcampo.

Este producto, pese a lucir la etiqueta campera y a estar a un precio considerablemente superior al de los huevos convencionales, ha sido calificado como el peor del análisis. Entre los aspectos negativos destacan la falta de frescura, cáscaras frágiles que dificultan la manipulación y un color pálido en la yema… Además, la OCU señala que el sabor resulta insípido y muy por debajo de lo que se espera en esta categoría premium.

Huevos dentro de su caja
Caja de huevos | Google

¿A qué se debe la subida de precios y la caída en la calidad?

La preocupación de la OCU llega en un momento delicado. El precio de los huevos en España se ha disparado más de un 25 % en apenas unas semanas, según datos recogidos también por el Ministerio de Agricultura. Las causas van mucho más allá de la oferta y la demanda.

La subida del coste de los piensos, el alza de la energía y los incrementos logísticos son parte de la explicación, pero los expertos alertan también de posibles prácticas especulativas. En palabras de la propia OCU, “el consumidor está pagando más por un producto que, en demasiados casos, no ha mejorado ni en calidad ni en frescura”.

Mientras tanto, el etiquetado sigue siendo un dolor de cabeza para muchos compradores. La normativa europea exige especificar el tipo de producción en el código impreso en la cáscara. Pero no siempre se cumple. 

Persona empujando un carrito de compras en un supermercado con un logo de OCU en un círculo superpuesto.
Imagen de un supermercado | OCU, Getty Images Pro, XCatalunya

Ahora sabemos que el reciente análisis de la OCU pone sobre la mesa que la publicidad y la presentación pueden ser engañosas. Es por eso que pide una vigilancia más estrecha por parte de las autoridades para evitar el abuso al consumidor.

Marcas que aprueban y la importancia de comparar

No todo son malas noticias. El estudio de la OCU también identifica marcas que sí cumplen con lo que prometen. Entre los huevos camperos convencionales, destacan Guillén, comercializados en Mercadona, y Pazo de Vilane, ambos con muy buena valoración en frescura y sabor. En el ámbito de los ecológicos, Rujamar y Carrefour Bio se sitúan como las mejores opciones, algo a tener en cuenta en tiempos de inflación.

Más allá del resultado de este ranking, la organización recomienda comparar precios, pero también las fechas de consumo preferente, el aspecto de la cáscara. Asimismo, hay que comprobar la información del envase antes de tomar una decisión de compra. En un mercado que ha convertido los huevos en un producto premium, ser consumidor informado es el mejor antídoto frente a la frustración y el gasto innecesario.

Pasillo de supermercado con estantes llenos de productos variados en bolsas y cajas
Imagen de un supermercado | Canva

Un mercado en revisión: el papel del consumidor y de las autoridades

La advertencia de la OCU no debería pasar desapercibida. Comprar huevos camperos ya no es solo cuestión de ética animal o de buscar el mejor sabor, sino un ejercicio de responsabilidad. La tendencia apunta a que las diferencias entre marcas se están ampliando, y que no siempre pagar más asegura mejor calidad. Por eso, resulta fundamental informarse, exigir transparencia y no dejarse llevar únicamente por el envoltorio.

A la espera de una mayor vigilancia y de medidas que garanticen el acceso a alimentos de calidad real, el consumidor tiene hoy más poder —y más responsabilidad— que nunca. Elegir bien no solo puede beneficiar a nuestro bolsillo, sino también al bienestar animal y, en definitiva, a la confianza en el sistema alimentario.