Las costumbres y la forma de actuar de las personas puede variar mucho en función de lugar. España e Inglaterra son dos países que, ya de por sí, tienen una primera diferencia notables: el idioma.
Acostumbrar el oído al acento y a la pronunciación de Londres puede ser uno de los primeros grandes choques culturales a los que se enfrente. No obstante, el caso de la usuaria de TikTok Beatriz Fontanet (@awaywithbea), su choque no tiene nada que ver con los idiomas.
“Me explota la cabeza con esto”
Beatriz comienza su vídeo de TikTok explicando que está embarazada y que en poco tiempo va a dar a luz. “He hablado con la matrona y hemos hecho un plan de puerto. Me ha preguntado si quiero guardar la placenta”.
Continúa explicando que su idea es “pintar la placenta y calcarla sobre un marco, para guardarla. Es algo que me hace mucha ilusión”. El giro de argumentos, y el “choque”, que ella misma narra viene con el siguiente escenario.
“Lo tengo que hacer yo”
En la conversación que ha mantenido con el hospital, salta a la luz la sorpresa. Al parecer, según comenta, desde el centro médico le han dicho que le van a guardar la placenta durante 24 horas en una nevera.
Dentro de ese tiempo, es ella la que tendría que pintar la placenta y calcarla. Lo que a ella le hace “explotar la cabeza” es que, de acuerdo con lo que explica “me la tengo que llevar yo a casa. ¿Qué hago después con ella?
¿Por qué se produce “choque”?
De acuerdo con sus palabras, “en el hospital no van a calcar la placenta; sólo me la van a guardar y tendré que hacerlo yo. Pero en las primeras 24 horas, yo voy a seguir en el hospital y el padre, también”.
No obstante, recalca que el choque viene cuando “ha hablado con amigas, a las que se lo han hecho en el hospital. En España no te dan la placenta, por lo que me han comentado”.
¿Cómo lo va a hacer?
La tesitura es la siguiente: ella estará en el hospital después de dar a luz. El padre, también. ¿Cómo va a poder calcar la placenta si se la dan?
“Tendré que tirar de abuelos. O de alguna amiga que yo tenga por aquí, que me quiera hacer el favor de coger mi placenta, pintarla y calcarla”. Aunque surge una última duda: ¿qué hacer con la placenta una vez calcada?
“¿La tiro a la basura como un hueso de pollo? Aquí las basuras no pasan a diario como en España. Habré de esperar a ver cuándo pasa. Y la placenta después no sé si va a oler, o no”, concluye.