BonÀrea es una cadena de supermercados muy popular en Catalunya, con un modelo de negocio que destaca por productos de proximidad. La empresa nació en 1959 como una cooperativa ganadera, y actualmente, cuenta con cientos de tiendas repartidas por Catalunya y otras regiones. BonÀrea apuesta por productos de calidad y precios competitivos, y también es conocida por su fuerte arraigo en el territorio catalán.
Además de sus supermercados, BonÀrea cuenta con una red de gasolineras y ofrece servicios online, facilitando la compra a domicilio en varias regiones. La empresa también opera bajo un modelo cooperativo que ha contribuido a dinamizar la economía local, generando empleo y apoyando a productores de proximidad.
El episodio vivido en una de sus tiendas
En Camprodon, una de sus tiendas se ha hecho viral. Todo comenzó con un cartel mal redactado en catalán. La frase decía: "Toca el timbre i vindre'm!" La intención del mensaje era clara, pero cometieron un error lingüístico, ya que según las normas del catalán, "vindre’m" no es correcto.
La forma correcta sería "vindrem," que significa "vendremos." La confusión se debe al uso incorrecto del pronombre reflexivo "’m". En catalán, "vindré" se utiliza para el futuro en primera persona del singular.
Es decir, "vendré yo mismo". En cambio, el cartel hacía referencia a la acción de varias personas, por ello, debería haberse usado "vindrem", que es la forma plural.
Un error corregido al instante
La misma persona encargada de este establecimiento ha hablado sobre este suceso, desmintiendo que se tratara de un error que sigue vigente. Con la intención de mejorar su local en Camprodon, quiso poner un timbre en la caja de la tienda para así poder ayudar a los clientes del supermercado.
Así pues, para que los consumidores supieran de este timbre, decidió pedir a la central un cártel avisando sobre este cambio. No obstante, con todo el trabajo acumulado, colgó el cártel sin darse cuenta del error gramatical. Igualmente, a las pocas horas se dio cuenta de esta pequeña falta de ortografía y la cambio al instante.
El establecimiento sigue buscando por el bien de sus clientes hasta el día de hoy, y estos pequeños errores quedan en un segundo plano con el gran trabajo de sus empleados.