En los últimos años, la industria de los supermercados ha experimentado una transformación profunda, marcada por una búsqueda constante de innovación y diferenciación en el lineal. Los hábitos de consumo han evolucionado, especialmente entre las generaciones más jóvenes, que valoran tanto la experiencia sensorial como la vinculación emocional con los productos.
En este contexto, el sector de los helados ha vivido una auténtica revolución: cada temporada surgen propuestas que despiertan auténticas pasiones en redes sociales y que generan colas en tiendas especializadas y supermercados de referencia.
La tendencia de reinterpretar productos icónicos de la cultura local en formato helado es uno de los fenómenos más potentes en el mercado actual. El consumidor busca, cada vez más, sabores reconocibles, envases atractivos y una dosis de nostalgia que convierta el acto de comprar en algo más que una simple transacción. En este escenario, las colaboraciones entre marcas históricas y artesanos del helado han propiciado lanzamientos que, en cuestión de días, se convierten en virales y agotan existencias.

El helado de Cacaolat, nuevo reclamo en Bonpreu
El último fenómeno viral tiene nombre propio: el helado de Cacaolat, disponible en los supermercados Bonpreu. Esta nueva propuesta ha despertado un entusiasmo evidente en redes sociales. La razón es sencilla: pocos productos logran conectar con varias generaciones como lo hace Cacaolat, una marca que forma parte del imaginario colectivo desde 1933 y que ahora se reinventa en formato helado artesanal.
El resultado es increíble y ha gustado mucho a los consumidores. Es un producto que une lo mejor de ambos mundos: la cremosidad del helado y el sabor inconfundible de la bebida de cacao más famosa de Catalunya.
La presencia de este helado en Bonpreu no es casual. La cadena catalana ha reforzado en los últimos años su apuesta por productos de proximidad y especialidades locales, sabiendo leer la demanda de un cliente cada vez más exigente y conectado a las tendencias.

El helado de Cacaolat se presenta en envase de vidrio, con el icónico diseño de la marca, lo que refuerza la percepción de calidad y sostenibilidad, otro de los ejes que marcan la agenda actual en el sector de la distribución alimentaria.
¿Por qué gusta tanto?
El éxito del helado de Cacaolat se entiende desde varias perspectivas. Por un lado, responde a la búsqueda de productos exclusivos, con una fuerte carga sentimental. Por otro, el producto cumple con las expectativas actuales en términos de ingredientes.
Se elabora a partir de cacao seleccionado y leche de alta calidad, sin añadir conservantes innecesarios. Esto conecta con la preocupación creciente por la alimentación saludable y la transparencia en el etiquetado.
El precio de este producto, que oscila en torno a los 3-4 euros según el punto de venta, lo sitúa en la franja media-alta del segmento de helados artesanos, aunque los consumidores parecen dispuestos a pagar un poco más por la experiencia diferencial que ofrece. El envase, además, es reutilizable, en línea con la estrategia de sostenibilidad que cada vez más consumidores valoran a la hora de elegir dónde hacer la compra.