En los últimos años, el uso del Bizum ha crecido exponencialmente en nuestra sociedad. Personas de todas las edades utilizan esta aplicación pensada para transferir dinero al instante, sin importar la entidad bancaria de origen o de destino. Se utiliza para pagar pequeñas deudas con familiares o amigos. Para pagar la cuenta de comidas y cenas que previamente han sido abonadas por una persona en su totalidad. Los usos son muy variados y debemos tener mucho cuidado con los conceptos que utilizamos. La Agencia Tributaria ha insistido en que los pagos realizados mediante Bizum no están exentos del control financiero, de modo que Hacienda los puede interpretar como una donación o como cualquier pago sujeto a tributación por renta del trabajo o por actividades económicas.
Hacienda advierte que controla la aplicación Bizum, en especial, los pagos a autónomos
«Para comprar bebés». Parece una tontería, pero no lo es. Seguramente queremos decir que el objetivo es comprar ropa de bebés, pero el concepto induce a confusión. Evidentemente, tampoco hay que poner “marihuana”, “cocaína” ni en broma, aunque pensemos que es una comunicación interna, pues los bancos están obligados a transmitir esta información. Lo recomendable es poner conceptos genéricos o con información que aclare el objetivo de la transferencia: “parcial cena”, “parcial comida”, “mi parte compra”. De este modo, los bancos y la Agencia Tributaria no sospecharán sobre la finalidad de la transferencia de dinero y verán que no hay nada oculto en la utilización de la aplicación.
Cada banco puede fijar límites mínimos y máximos en las transferencias por Bizum, pero normalmente los importes mínimos oscilan entre los 0,50 euros y 1 euro, mientras que los importes máximos oscilan entre los 1000 y 2000 euros.