El Ayuntamiento de Banyoles y el restaurante Can Xapes de Cornellá del Terri (Pla de l'Estany) han elaborado un centenar de botes de mermelada de naranja amarga hecha con las frutas que recogen de los árboles de la calle. Se trata de una iniciativa social, puesto que los responsables de recogerlas son usuarios de un centro con personas con discapacidad y quienes las prepara son jóvenes en riesgo de exclusión social.
Hasta ahora, las naranjas de estos árboles se repartían entre vecinos y entidades pero este año el municipio ha puesto en marcha una prueba piloto para realizar esta mermelada con un valor social. En total se han aprovechado 800 kg de fruta de las tres toneladas que anualmente se recogen de los árboles que existen en la vía pública de Banyoles. Banyoles cuenta con algunas calles con naranjos plantados.
Estos árboles frutales cada año producen unas tres toneladas de naranjas amargas. Cada año las brigadas recogen las frutas entre enero y febrero. El Ayuntamiento de Banyoles, hasta ahora, repartía las naranjas entre los vecinos que querían y también entre algunas entidades que aprovechaban para hacer mermelada. Sin embargo, cada año se tiran muchos kilos de fruta porque no se aprovecha y se estropea. Este año, el gobierno local ha decidido poner en marcha un plan piloto para aprovechar más y reducir el desperdicio alimentario.
Por un lado, ha entregado unos 400 kg a una entidad social para que haga mermelada y la reparta a personas en situación vulnerable. Por otra, ha aprovechado otros 400 kg para realizar un proyecto "de kilómetro cero" y con un carácter social. Los usuarios del centro del Puig son personas con discapacidad física, intelectual o enfermedades mentales y se encargan de las labores de jardinería de Banyoles.
Este año también se han encargado de recoger las naranjas amargas que producen los árboles frutales que se encuentran en las calles del municipio. De las 3 toneladas que producen estos árboles han separado 400 kg para hacer una mermelada conjuntamente con los jóvenes en riesgo de exclusión social que realizan cursos de formación en el restaurante de Can Xapes de Cornellà del Terri (Pla de l'Estany).
Una mermelada natural y social
Estos 400 kg se recogieron entre enero y febrero y posteriormente usuarios de otros servicios del centro de Can Puig acudieron al restaurante de Can Xapes donde participaron con la veintena de jóvenes que hay en cursos de formación para realizar la mermelada con las naranjas amargas recogidas.
Se trata de una mermelada "100% natural", tal y como explica el chef del restaurante, Lluc Quintana, ya que el 70% de la mermelada es naranja, el 20% azúcar y el 10% restante, agua. Quintana asegura que ha salido un producto "muy digno y de calidad" pese al trabajo que ha llevado a hacer la mermelada. El principal arrecife ha sido sacar todas las semillas que tenía la fruta, algo habitual por el hecho de ser un árbol de calle y no tratado como un árbol de producción agrícola.
De todas formas, el chef avisa de que es una mermelada "gastronómica más pensada para maridar con carne" que para poner en una tostada para el desayuno. El motivo es que la naranja amarga tiene un sabor "muy potente", pero Lluc Quintana cree que puede ser una ocasión perfecta para reivindicar las mermeladas fuera de los usos habituales, como el desayuno.
El empaquetamiento, en botes de cristal que van dentro de una bolsa de papel, también ha corrido a cargo de los usuarios del centro del Puig. Esto permite "cerrar el círculo" de elaboración de un producto con un carácter social muy marcado, tal y como apunta el concejal de políticas medioambientales de Banyoles, Albert Tubert.
Por el momento, el gobierno local está muy satisfecho con el resultado de esta prueba piloto. De momento han obtenido un centenar de botes de mermelada que utilizarán para usos institucionales, como regalos para visitas y otros casos similares.