Hombre enojado con camisa azul y corbata negra levantando un dedo, junto a monedas, un extracto bancario y una calculadora.

Un banco ofrece un depósito que alcanza el 4 % anual

El rendimiento es muy superior a la media de lo que suelen ofrecer los bancos

En plena guerra por captar el ahorro de los pequeños y medianos inversores, una entidad financiera ha dado un golpe sobre la mesa con un nuevo producto híbrido que combina lo mejor de los depósitos tradicionales con la adrenalina —y los riesgos— del mercado bursátil. En un contexto en el que muchos depósitos apenas alcanzan el 2% anual y la inflación sigue erosionando el poder adquisitivo, esta propuesta ha sorprendido a más de uno por su agresividad… y por la promesa de una rentabilidad muy superior a la media.

El producto, que ha comenzado a comercializarse este 1 de abril, se presenta como una oportunidad para quienes buscan una rentabilidad estable pero no renuncian a un posible plus vinculado a la evolución de ciertas acciones en bolsa.  Lo curioso es que este depósito estructurado ofrece dos rendimientos distintos, repartidos de forma equitativa entre dos vehículos de inversión… aunque no todos los beneficios están garantizados.

Una mujer con expresión de sorpresa frente a un edificio de CaixaBank.
Chica sorprendida y una oficina de Caixabank | CaixaBank, Tatiana

El atractivo de lo seguro… y el riesgo del mercado

El funcionamiento del producto es tan ingenioso como exigente. El cliente debe realizar una inversión mínima de 20.000 euros, que se divide en dos tramos: la mitad se destina a un depósito tradicional a 12 meses, con un tipo de interés garantizado del 3,25%. Esta parte no tiene truco: el inversor sabe de antemano cuánto va a ganar y cuándo lo recibirá.

El otro 50% se invierte en una nota estructurada a tres años, cuyo cupón está condicionado al comportamiento bursátil de dos grandes compañías españolas. Si ambas acciones —que pertenecen al sector tecnológico e infraestructuras— mantienen o superan su precio de salida en cada una de las tres fechas de observación (una por año), el inversor podrá obtener un 4,08% anual acumulable, además de recuperar el 100% de su capital.

Edificio de Unicaja visto desde abajo con cielo parcialmente nublado.
Una sede de Unicaja | Unicaja, XCatalunya

Eso sí, si los precios no alcanzan el umbral establecido en las fechas clave, no habrá cupón. En ese escenario, solo se aseguraría la rentabilidad del depósito tradicional, y la nota estructurada se liquidaría sin intereses. El capital, en todo caso, está garantizado. Pero la rentabilidad global podría quedarse por debajo de lo esperado si las condiciones bursátiles no acompañan.

¿Qué acciones deciden el destino del inversor?

Aquí es donde entra el componente de incertidumbre que ha disparado el interés —y también la cautela— entre los ahorradores más informados. La rentabilidad extra de este producto depende exclusivamente de la evolución de dos valores del IBEX 35, cuya cotización será determinante en 2026, 2027 y 2028. Solo si ambos cumplen en todas las fechas, se activarán los pagos anticipados y el producto alcanzará su rentabilidad máxima.

Durante días se ha especulado sobre cuáles eran esos valores. ¿Bancos? ¿Energéticas? ¿Telecos? Algunos medios financieros lo han deslizado, pero sin confirmar.

Y por fin, se ha desvelado el misterio: las dos compañías clave que decidirán el éxito o el fracaso de este depósito estructurado son Acciona y Amadeus. El banco detrás del producto no es otro que EBN Banco, que ya ha lanzado productos similares en el pasado, pero nunca con esta combinación tan agresiva entre seguridad y rendimiento variable.  Una apuesta que, para algunos, puede ser una oportunidad... y para otros, un riesgo calculado.