La economía española sigue mostrando una resistencia notable en un entorno de incertidumbre internacional, marcado por tensiones geopolíticas, la inflación persistente y la adaptación de los sistemas de protección social. En este contexto, las pensiones continúan siendo un pilar esencial para millones de hogares.
Las decisiones adoptadas en torno a los complementos y nuevas ayudas no solo afectan a la renta de los mayores, sino que repercuten en la cohesión social y en la percepción pública de la equidad del sistema. Un ejemplo de ello es el reciente recordatorio emitido por la Seguridad Social sobre el complemento para reducir la brecha de género, una medida que en 2025 mantiene su protagonismo en la agenda pública tras las últimas sentencias judiciales y el avance en igualdad de derechos para todos los pensionistas.
Una ayuda que va más allá de la maternidad: clave para jubilados, viudos e incapacitados
Durante décadas, los complementos de las pensiones en España estuvieron vinculados de forma casi exclusiva a la maternidad, lo que generó un largo debate sobre el papel de hombres y mujeres en el acceso a estos beneficios. Desde 2021, la normativa cambió radicalmente, permitiendo que tanto mujeres como hombres que hayan tenido hijos puedan acceder a un complemento económico en sus pensiones contributivas, siempre que se acredite el impacto de la paternidad o maternidad en la carrera laboral.

Este cambio no fue casualidad: numerosas resoluciones judiciales y la presión social impulsaron a la Seguridad Social a ampliar el acceso. Actualmente, cualquier persona que perciba una pensión de jubilación, viudedad o incapacidad permanente puede solicitar el complemento, siempre que haya tenido al menos un hijo y cumpla los requisitos legales.
Esto no solo corrige situaciones de desigualdad histórica, sino que reconoce los sacrificios profesionales derivados de la crianza, que en muchos casos han supuesto menores cotizaciones o largos periodos de inactividad.
La cuantía del complemento para 2025 se mantiene como una cantidad fija por hijo, hasta un máximo de cuatro, y puede suponer un ingreso adicional relevante en un contexto de aumento de precios y ajuste de los ingresos de los hogares más vulnerables.

Requisitos actualizados y pasos para solicitar el complemento
No todos los pensionistas pueden acceder a este complemento automáticamente. Entre los requisitos más relevantes figura el hecho de que el beneficiario haya tenido al menos un hijo inscrito en el Registro Civil, y que solicite el complemento, junto con la pensión de jubilación, viudedad o incapacidad permanente. Para los hombres, la ley establece criterios adicionales: acreditar que la paternidad provocó un perjuicio laboral o, en el caso de la viudedad, demostrar la relación con el hijo en común.
La Seguridad Social ha reforzado su campaña informativa a través de canales como X (antes Twitter), donde insiste en que la solicitud debe realizarse al mismo tiempo que la pensión. Los trámites pueden gestionarse de manera telemática, lo que supone una ventaja para quienes disponen de medios digitales como Cl@ve, DNI electrónico o certificado digital, aunque también existe la opción de solicitarlo a través de la plataforma de prestaciones para quienes no cuenten con estos sistemas de identificación.

El complemento se percibe mensualmente y su impacto es creciente a medida que aumenta el número de hijos. En la práctica, supone hasta 141,60 euros mensuales adicionales para quienes hayan tenido cuatro o más hijos. Esta cifra, en un entorno de inflación y aumento de los costes básicos, puede marcar una diferencia notable en la calidad de vida del colectivo pensionista.
Perspectiva social y económica: del ajuste judicial a la equidad real
El contexto en el que se refuerza este complemento revela una tendencia clara hacia la equiparación de derechos y la protección del poder adquisitivo de los mayores. Las recientes sentencias han obligado a la Seguridad Social a revisar viejas desigualdades y a poner el foco en la equidad, ampliando el alcance de las ayudas y asegurando que nadie quede fuera por cuestiones de género.
Para quienes accedan a una pensión en 2025, el complemento para reducir la brecha de género ya no es una opción lejana, sino un derecho reconocido, que puede solicitarse desde el primer momento y que representa, en definitiva, un paso adelante hacia una mayor justicia social y una pensión más digna para quienes han contribuido a la sociedad a través de su trabajo y su familia.