La alimentación desempeña un papel crucial en la salud del cerebro, influenciando no solo su funcionamiento diario, sino también su longevidad. Una dieta rica en nutrientes específicos puede mejorar la memoria, la concentración y la salud mental en general, y también puede protegernos contra enfermedades neurodegenerativas.
Los ácidos grasos omega-3 son quizás los nutrientes más conocidos por sus beneficios cerebrales. Estos se encuentran en alimentos como el salmón, las nueces y las semillas de chía, y son esenciales para la formación de las membranas celulares en el cerebro. Además, los omega-3 tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a proteger el cerebro contra el daño y el envejecimiento.
Las vitaminas y los antioxidantes también juegan un papel importante en la salud cerebral. Las frutas y verduras de colores brillantes, como los arándanos, las fresas y el brócoli, son ricas en antioxidantes. Estas protegen al cerebro del estrés oxidativo, un proceso que puede dañar las células cerebrales. La vitamina E, que se encuentra en frutos secos, semillas y aceites vegetales, también es conocida por su capacidad para proteger las neuronas y mejorar la función cognitiva.
Por otro lado, el cerebro también requiere una cantidad constante de glucosa, que es su fuente principal de energía. Sin embargo, no todas las fuentes de glucosa son iguales. Los carbohidratos complejos, como los que se encuentran en los granos enteros y las legumbres, proporcionan un suministro constante y sostenido de glucosa. A diferencia de los azúcares simples, que pueden causar picos y caídas en los niveles de azúcar en la sangre, afectando la concentración y el estado de ánimo.
La hidratación es otro punto fundamental para mantener el cerebro en buen estado. El agua es crucial para todas las funciones corporales, y el cerebro no es una excepción. Sin embargo, ninguno de estos alimentos ayuda tanto como el que nos recomienda la neuróloga Schenider. La doctora nos habla de un alimento que destaca por encima del resto por sus beneficios cerebrales.
Los hongos y las setas
"Disfruto de su sabor y me encanta que tengan un alto contenido de proteína y fibra, que sean bajos en calorías y grasas y contengan propiedades antiinflamatorias o sean además, ricos en nutrientes", explica la doctora cuando habla sobre los hongos y las setas.
Además, Schenider añade que en las paredes de los hongos se encuentran los betaglucanos, un tipo de fibra soluble que se relaciona con su apoyo a la salud inmunológica. "Existe una gran cantidad de investigaciones sobre el impacto de los hongos en la salud cerebral y el consumo frecuente de este alimento, no solo puede estimular el crecimiento nervioso, sino también mejorar la memoria", asegura la neuróloga.
Entre toda la variedad de setas y hongos que hay, la doctora destaca el hongo 'melena de león'. Este alimento ha sido considerado durante siglos por la tradición china como un producto perfecto para aliviar la depresión y los problemas de salud mental.
Schenider nos asegura que contienen unos compuestos bioactivos que ayuda a mantener las neuronas alejadas de enfermedades neurodegenerativas. Así pues, está científicamente demostrado que este tipo de alimentos puede ayudarnos a mantener una memoria ligera y efectiva con el paso de los años.