Aldi vive un momento delicado en Estados Unidos. La cadena de supermercados, famosa por sus precios bajos, enfrenta dos situaciones que han generado incomodidad entre sus clientes en pleno proceso de expansión.
Por un lado, la compañía decidió retirar las cajas de autoservicio en algunas tiendas. La medida no ha pasado desapercibida. Muchos compradores solían utilizarlas para realizar pagos rápidos en compras pequeñas.
La decisión salió a la luz gracias a un comentario publicado por un empleado en Reddit. Según explicó, la empresa eliminó las máquinas en varias sucursales de forma repentina.

El motivo sería el aumento del robo hormiga, una preocupación creciente en el sector minorista. Con menos supervisión en esas estaciones, las pérdidas económicas se dispararon en los últimos meses.
La medida, sin embargo, ha generado molestias entre clientes habituales. En redes sociales abundan mensajes que critican la decisión y la consideran un retroceso en comodidad y experiencia de compra.
“Era más rápido pasar dos o tres artículos por la máquina”, escribió un consumidor. Otros usuarios defendieron la postura de la empresa, argumentando que la seguridad debe prevalecer sobre la comodidad.
Este cambio llega en un momento clave. En mayo de 2025, Aldi contaba con 2 510 tiendas en el país. Además, tenía planificada la apertura de 225 más antes de terminar el año.
Aldi, obligada a retirar productos
El debate sobre la conveniencia de eliminar los módulos coincide con un segundo problema. La compañía tuvo que enfrentar un retiro masivo de producto ordenado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
Se trata del Park Street Deli Cinnamon Bun Dessert Dip, un postre muy popular entre los clientes. Casi 20 000 unidades fueron retiradas de las tiendas por posible contaminación plástica.

La alerta sanitaria fue clasificada como un recall de Clase II. En esta categoría, los riesgos no son letales, pero podrían causar efectos adversos temporales o incomodidades digestivas.
Aldi reaccionó rápidamente. Pidió a los consumidores revisar sus compras y devolver cualquier envase afectado en cualquier tienda. La empresa garantizó el reembolso inmediato a quienes presenten el producto.
Pese a la rapidez de la respuesta, el retiro generó dudas sobre la calidad de los controles internos. En un mercado tan competitivo, la confianza del consumidor resulta clave para mantener el crecimiento.
Aldi quiere expandirse en Estados Unidos
Ambas situaciones se producen cuando Aldi compite con gigantes como Walmart, Kroger y Costco. La compañía intenta diferenciarse ofreciendo precios bajos y marcas propias en un entorno de inflación persistente.
Las próximas semanas serán decisivas. El desafío será recuperar la confianza de los clientes descontentos con la eliminación de las cajas de autoservicio y garantizar seguridad en todos sus productos.
La compañía sigue apostando por su plan de expansión nacional. Sin embargo, las polémicas recientes podrían afectar la imagen de un supermercado que se presenta como eficiente, accesible y moderno.