Desde su llegada en 2016, Bizum ha cambiado por completo la forma en que las personas se envían dinero entre sí en España. Nació como una solución sencilla para saldar pequeñas deudas entre amigos y familiares, pero poco a poco se fue expandiendo hasta convertirse en un método de pago ampliamente aceptado por comercios físicos, tiendas online y restaurantes. Su clave para triunfar ha sido la inmediatez: con apenas un número de teléfono y un par de toques en la pantalla del móvil, se completa la transacción.
Esta fórmula encaja a la perfección con unos consumidores que se muestran cada vez más cómodos prescindiendo del efectivo y apostando por herramientas digitales que agilicen y simplifiquen sus hábitos de pago. Casi sin darse cuenta, Bizum se convirtió en el estándar de facto para enviar dinero de forma rápida y barata dentro de España. Tanto es así que el término “hacer un Bizum” se extendió como un neologismo popular, a pesar de que existen otras plataformas para transferir pequeñas cantidades.
La facilidad de uso, la integración con diferentes bancos y la posibilidad de pagar en determinados comercios hicieron que muchos usuarios dejaran de lado tarjetas o transferencias tradicionales para pasarse a esta opción más directa. Sin embargo, la competencia en el sector fintech es feroz, y siempre surgen nuevas ideas con la intención de ocupar el trono de las soluciones de pago instantáneo.
Nuevo actor en el mercado, con mejores prestaciones
La novedad radica en que ha irrumpido una nueva empresa española dispuesta a plantarle cara a Bizum. Se trata de Silbo Money, una fintech sevillana que no requiere la instalación de ninguna aplicación externa y que funciona directamente a través de WhatsApp. La marca —antes llamada Pagochat— obtuvo la autorización del Banco de España el pasado 7 de enero para comenzar a operar, y sus fundadores no son ningunos novatos en el sector financiero: entre ellos destacan antiguos altos cargos de algunas de las mayores entidades bancarias del país, así como ejecutivos con experiencia en multinacionales de consultoría.
Todo apunta a que su plan de negocios aspira a competir con la popularidad alcanzada por Bizum, ofreciendo una mayor flexibilidad en los límites de las operaciones y en la frecuencia con la que se pueden enviar y recibir transacciones. Antes de su lanzamiento definitivo, Silbo Money llevará a cabo una prueba piloto con 10.000 usuarios seleccionados, durante un lapso de tres meses, para optimizar su servicio y pulir cualquier detalle técnico que pueda presentarse.
Esta startup, ya reconocida como entidad de pago por parte de las autoridades, se distingue en primer lugar por la sencillez de su uso. El usuario tan solo debe agregar a Silbo Money como si fuera un contacto más de WhatsApp y, a partir de ahí, puede interactuar con él mediante mensajes. Si se quiere enviar dinero a un amigo, basta con un texto tipo “Enviar 40 euros a Laura por entradas concierto”, para que la operación se realice en cuestión de segundos.
Dividir gastos entre amigos, gestionar pagos en determinados comercios, solicitar reembolsos o revisar el saldo y los movimientos de la cuenta son otras funciones que la compañía pone sobre la mesa. Con ello, pretende que la experiencia sea aún más orgánica que la de Bizum, pues no hay necesidad de alternar entre distintas aplicaciones ni de realizar registros engorrosos.
Otro factor que puede inclinar la balanza a favor de Silbo Money es el abanico de límites en las transacciones. Según su propuesta, el importe mínimo por operación puede reducirse hasta 0,01 euros, frente a los 0,50 euros que exige Bizum. Además, la nueva fintech no establece un tope máximo por operación, mientras que Bizum suele limitar el envío a 1.000 euros por cada transacción, así como un máximo de 2.000 euros diarios.
Para quienes necesiten hacer numerosos movimientos, Silbo Money ofrece la posibilidad de recibir y emitir un número ilimitado de operaciones al mes, algo que tampoco ocurre con Bizum, donde solo se permite un tope de 60 al mes a la hora de recibir o solicitar dinero. Sin duda, son ventajas diseñadas para captar a usuarios que requieran más libertad de movimientos, o para aquellos que administren pagos cotidianos o profesionales con bastante regularidad.
Además de estas ventajas, Silbo Money cuenta con una barrera de entrada menor para los usuarios, ya que permite recargar la cuenta con un saldo mínimo de apenas 1 euro. Dicho de otro modo, no es necesario manejar grandes cantidades de dinero para empezar a utilizarlo, lo que puede resultar atractivo para un público más joven o con economías más modestas que simplemente quieren organizar pagos en grupo o dividir facturas pequeñas sin complicaciones. Por otra parte, Silbo Money consiguió recaudar 1,5 millones de euros en su fase inicial y planea captar hasta 2 millones más en 2025, lo que demuestra la confianza de inversores que ven la oportunidad de escalar el modelo y competir abiertamente con Bizum.